Abundan situaciones que ha generado este régimen, en las que es inevitable preguntarse, ¿por qué no rectifican? Le vendría bien a todos modificar desde la cancelación de un aeropuerto, la venta frustrada de un avión, la forma de enfrentar una crisis sanitaria, las alternativas para reactivar la economía o la reforma al sector eléctrico y hasta la selección de sus candidatos a puestos de elección popular; pero no lo hacen aunque se topen con pared.

De la reforma al sector eléctrico ya traen varios litigios en curso en el ámbito gubernamental y como partido la tónica no es distinta, sus procesos de selección de candidatos cuestionados severamente por militantes que confiaron en sus métodos y ahora no pueden creer en los resultados que las encuestas de selección arrojan.

Si algo falta, van a disputar con el INE la razón sobre la regulación para evitar la sobre representación en la Cámara de Diputados, de la cual se beneficiaron en el proceso electoral del 2018 junto con sus partidos aliados, y tal parece que calculaban volverlo a hacer, pues se volcaron furiosos contra el acuerdo del árbitro electoral, que es parte de un mandato constitucional.

¿No será tiempo de enfocarse en lo que pueden hacer bien y dejar de buscar pleitos o victimizarse por todo lo que se pueda? Como estrategia ya hasta a sus militantes se van cansando.
Ojalá aprendan que rectificando a veces también se gana.