Es La Ley de Orientación y Establecimiento de la Innovación Nacional para las Stablecoins de Estados Unidos, mejor conocida como Ley GENIUS, una norma federal que pretende regular el funcionamiento de las “stablecoins”, aprobada por el Congreso y publicada por el Presidente Donald Trump, que junto con la Unión Europea, Japón, Hong Kong y Corea del Sur, da el primer paso hacia la regulación de estos activos, que hasta el momento, operan con mucha libertad, utilizando el avance tecnológico y el crecimiento de la tendencia de “no money” en el mundo.
¿Y que es una “stablecoin” y por qué creemos que podría sentar un precedente muy importante en la economía digital de los próximos años?, es un tipo de criptomoneda (una moneda que no existe físicamente, que es una moneda digital, generada a partir de la tecnología blockchain y que se intercambia sin ninguna restricción. Su valor ésta determinado por la oferta y la demanda de la misma), diseñada para mantener un valor estable, ya que su valor está vinculado a un activo financiero de referencia que si existe, por ejemplo: el dólar, el euro, el oro, petróleo, el precio del algodón o del maíz, por mencionar algunos.
Una criptomoneda tradicional, utiliza las presiones de la demanda de estos activos como instrumentos de inversión para determinar su valor, lo que mantiene la resistencia e incluso la oposición abierta de algunos gobiernos para su operación o regulación. Dentro del intercambio de criptomonedas existen enormes debilidades aún por superar para todos los participantes, por ejemplo, al no ser activos regulados por el gobierno, los inversionistas, ahorradores o usuarios de las criptos no tienen ninguna clase de respaldo o protección y con ello evitar perder sus ahorros en el proceso, por otro lado, una de las razones por las cuales son tan atractivas las inversiones en estos activos es el anonimato con el que pueden transaccionarse cantidades sin límite entre particulares que solo se identifican con un nombre de usuario, sin que las autoridades fiscales puedan verificar la autenticidad o la legalidad de dicha transacción y por último, para los emisores de criptomonedas, la falta de control en el mercado y la facilidad con la que han surgido alternativas que van desde el Bitcoin como la primera criptomoneda creada en el 2008, hasta más de 22 mil que actualmente existen en el mercado con distintos tipos de interacciones con los usuarios que en no pocas veces han terminado en fraudes financieros que impactan negativamente la percepción del mercado.
Es por ello que, a partir del notable crecimiento de este negocio y la forma en la que los sistemas bancarios las han integrado en su portafolio de inversión o se han constituido como oferentes de las mismas para generar una percepción de mayor seguridad para el usuario, es que se toma la decisión de iniciar un proceso de regulación que empiece por aquellas que tienen mejores condiciones de anclaje.
Las stablecoins más conocidas en el ecosistema cripto son Tether USDT, USD Coin, Ethena y DAI, con altos volúmenes de capitalización debido a que su valor está vinculado al dólar americano, a los bonos del tesoro de los Estados Unidos, fondos fiduciarios o materias primas, con valores que van desde un dólar y cuyas transacciones diarias ya superan a medios de pago como MasterCard y Visa, de ahí la preocupación y la necesidad de construir un marco legal que vigile y regule dichas operaciones.
En este sentido, la Ley Genius plantea 3 disposiciones fundamentales:
- Los emisores de monedas estables (stablecoins) serán instituciones depositarias aseguradas, por ejemplo, bancos, cooperativas de crédito, subsidiarias de bancos e instituciones financieras no bancarias que reciben la aprobación de la Reserva Federal y demuestran la capacidad de cumplir con la ley pertinente, por lo que aquellas que operen fuera de esta disposición no serán autorizadas.
- Los emisores de stablecoins deben mantener reservas 1 a 1, es decir, cada dólar que constituya el valor de la stablecoin emitida, deberán tener un respaldo de moneda física, letras del Tesoro de Estados Unidos, acuerdos de recompra y otros activos de bajo riesgo aprobados por los reguladores, es por ello que todos los emisores deberán informar a las autoridades financieras y hacendarias la composición de sus reservas y tanto estás como sus operaciones ordinarias estarán sujetas a auditorías periódicas.
- La ley establece que todos los emisores de estos activos, deberán cumplir las medidas de protección contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, así como reforzar la protección del consumidor.
Estas 3 disposiciones tendrán un impacto muy importante en el sistema financiero mundial, por ejemplo, al obligar a los emisores a tener un respaldo 1 a 1, se incrementa la demanda de dólares lo que mantendrá su valor elevado en el futuro, aunque si existiese algún evento desencadénate que provoque temor en los inversionistas y, por lo tanto, la necesidad de eliminar sus inversiones en stablecoins, la venta excesiva de estos activos también puede contribuir a la perdida del valor del dólar.
Otro aspecto importante tiene que ver con la forma en la que, a través de estos instrumentos digitales que son utilizados para llevar a cabo transacciones rápidas entre usuarios, sin restricciones, se vuelve a colocar al dólar como la moneda de referencia en el mercado global, lo que generara enormes barreras para que monedas como el renminbi chino, el real brasileño o el euro no mejoren su relevancia y por ende se detenga la “desdolarización” de la economía mundial.
Finalmente, el traslape de intereses económicos diversos, por ejemplo, la forma en la que el incremento de “monedas estables digitales” que tienen como referencia el valor de una materia prima o metal como el oro, pueden incidir en valor de referencia también.
Sin duda, no se trata de una discusión acabada, aún hay mucho por discutir y analizar en el camino de la regulación, pero ciertamente estos son los primeros pasos que se dan en un mercado que se transmuta rápidamente, que se ha vuelto relevante en las discusiones financieras y que por ende exige un mayor nivel de protección para todos los intervinientes y mientras tanto, en México, lo más actualizado que tenemos sobre el asunto es la regulación de las FINTECH, nos estamos quedando atrás en estas discusiones, principalmente porque no se trata de anticipar la regulación a eventos futuros, se trata de ordenar ese mercado que ya está aquí y llego para quedarse.