En un nuevo episodio de lo que parece ya ser una telenovela del Alcalde con licencia Diego “N” quien hoy es prófugo de la justicia, sufre un nuevo revés judicial, toda vez que el juzgado de distrito que conoció y resolvió acerca de la solicitud del ya señalado, negó la protección y justicia federal, NO AMPARA NI PROTEGE LA JUSTICIA DE LA UNIÓN ordenó, al quejoso. El alcalde con licencia -prófugo por cierto- consideró que había una violacion a sus garantías individuales, por parte de la autoridad judicial que giró la orden de aprehensión en su contra, toda vez que señaló sus garantías de seguridad jurídica y el debido proceso fueron violentados por así ser considerado por el mismo y por su defensa.
El tribunal que conoció y resolvió sobre el asunto decidió sobreseer la demanda de amparo -es decir lo desestimó y consideró que no hay materia que revisar o estudiar por la inexistencia del acto que se reclama violatorio- por que del estudio jurídico se desprende que no existe el acto de molestia que reclama el quejoso, es decir considera que existe el acto -la orden de aprehensión- pero que está debidamente fundada y motivada en estricto apego al 16 constitucional y en apego a el procedimiento que marca el código nacional de procedimientos penales.
En términos simples le negaron el amparo al alcalde con licencia por que no pudo probar que la orden de aprehensión sea indebida o no pudo desvirtuar el dicho de la fiscalía que consideró existen elementos que podrían ser constitutivos de la posible comisión de un delito -en este caso violación. Es de señalar que en la misma se considera que si hay “peligro” para la víctima por su condición de mujer, y por qué al momento de los hechos existía una relación asimétrica de poder -era su superior jerárquico-.
El quejoso tiene aún a su beneficio el recurso de revisión del amparo, pero a estas alturas llama muy poderosamente la atención la inactividad de de la fiscalía del estado ya que al día de hoy se desconoce el paradero de Diego N, o eso se presume.
Una más para la ya muy revuelta y accidentada administración Tianguistecana que apalea al “alcalde suplente” con la colaboración del TEEM, pues este órgano jurisdiccional consideró que las solicitudes de licencia pueden ser infinitas, aún cuando no exista causa justificada como lo marca la normatividad, y peor aún considera que los derechos político-electorales de Diego “N” están intactos.
