Y es que sinceramente, me parece inconcebible que por las ideas de una sola persona, el mundo pueda estar en jaque; pues ni sus propios compatriotas respaldan la guerra que Rusia ha declarado a Ucrania.
¿Hasta dónde puede llegar al apetito de poderío?
Pareciera que ellos, líderes mundiales que no han abonado ni a la democracia ni a la paz en nuestro planeta, ven cosas que nosotros, los ciudadanos comunes no podemos ver; sin embargo, me sostengo en que son simples y normales seres humanos que pierden la cabeza precisamente por su poca capacidad intelectual que no les permite mantenerse a pie de tierra.
Es indudable, que este tipo de circunstancias son las que llevan a que exista terreno fértil para las teorías conspirativas.
Por lo pronto, no nos queda mucho más que hacer. Lo mejor que podemos hacer como ciudadanos es esforzarnos por mantener espacios democráticos y pacíficos, aunque sean pequeños
Gracias por escucharme, y los invito a conversar en mis redes sociales donde me encuentran como @isidroshea.