Opiniones

3 años perdidos y contando…

3 años perdidos y contando…

PERSPECTIVAS
#Opinión de Cynthia Valeriano

El 18 de enero de este año, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información de nuestro país (INEGI) dio a conocer el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) para el mes de diciembre del 2021 y, por ende, aporta datos para que los economistas puedan hacer una aproximación del crecimiento económico de “el año de la reactivación”.


¿Pero que es concretamente el IOAE?, una serie de datos que se construyen a partir del monitoreo de 25 variables que miden la actividad económica en el sector secundario (industrial) y el sector terciario (servicios y comercio), por ejemplo, movilidad física de las personas, número de asegurados en el IMSS, remesas familiares, tipo de cambio, ventas totales de bienes y servicios, ocupación hotelera, entre otros.


Se dice que es un indicador oportuno, porque se presenta de forma preliminar (y aproximada) a las 3 semanas posteriores del último día del mes que se va a medir y ello permite hacer proyecciones y cálculos del comportamiento previo (y la tendencia futura) de la economía.


El dato recientemente dado a conocer por INEGI nos confirma lo que ya se especulaba desde hace tiempo, la industria retrocede un 0.2 por ciento y los servicios apenas crecieron un 0.1 por ciento para el mes de diciembre, no fue un buen año, a pesar del optimismo que emergió desde el segundo trimestre, por la eliminación de restricciones a la movilidad tras la tercera ola del COVID.


De entrada, lo que podemos vislumbrar, es que probablemente, el PIB de nuestro país habrá aumentado entre un 4.8 y 5.1 por ciento. Quizá este dato por sí mismo, querido lector, lectora, no le diga mucho, pero imagine que este porcentaje nos dice cuanto creció la producción y venta de bienes y servicios en nuestro país en comparación con el año pasado, ese terrible 2021, en donde se redujo un 8.3 por ciento, en comparación con el 2019 (que no crecimos ni una décima).


Es decir, para explicarlo de mejor manera, si hiciéramos un balance objetivo, diríamos que en lo que va del gobierno del presidente López Obrador, el tamaño de la economía se habrá reducido entre un 3.5 y un 3.2%.


Y si las expectativas de crecimiento para el 2022 se mantienen en la media de las proyecciones financieras más recientes, es decir en un 2.2, entonces, aún nos faltaría entre 1 y 1.3 puntos porcentuales, para encontrarnos con el mismo nivel de 2019 en el 2023; a un año de las elecciones presidenciales: México habría perdido 5 años en materia económica.


¿Hablando de dinero, cuánto hemos dejado de ganar?, el valor total de los bienes y servicios que se produjeron en México para 2021 fue de 1.04 billones de dólares, de acuerdo con los datos del Banco Mundial, para finales del 2015 el valor total de la producción fue de 1.17 billones, es decir, cerraremos el año de la recuperación en un nivel menor al que teníamos hace 7 años, por eso no es de sorprender, que dejamos de ser la doceava economía mundial, para ocupar el lugar 16 actualmente.


¿Qué le pasa a nuestra economía? ¿Por qué no puede recuperarse con mayor rapidez, si nuestros vecinos van tan bien? El diagnóstico nos dice que la industria ésta prácticamente congelada, no tiene certidumbre (ni incentivos) para crecer, los empleos generados siguen siendo informales (casi 57 de cada 100 empleos generados), lo que ha pauperizado las condiciones de vida de las personas y la inflación sigue fuera de control del Banco de México, lo que reduce el consumo de las familias.


El 2022 apenas empieza, tenemos la oportunidad de corregir el rumbo de la economía y que en el balance, el partido que ganó las elecciones del 2018 a partir de la esperanza de millones de mexicanos, no se convierta en el sexenio del desaliento y pierda en los años por venir, lo que el innombrable neoliberalismo, tardo décadas en construir.


Al tiempo.


MGPP Cynthia Valeriano López
Catedrática del Tec de Monterrey, Campus Toluca
cvaleriano@tec.mx