Opiniones

Ni impunidad ni incapacidad

Ni impunidad ni incapacidad

Ójala

A la entrada de los nuevos gobiernos en los 125 municipios del Estado de México una circunstancia común es la complicada situación financiera que atraviesan las administraciones locales, dado que heredan en su mayoría deudas cuantiosas, laudos por pagar, nóminas abultadas, baja recaudación, limitada capacidad de crédito, resultado todo del desorden o el descuido, al que la población exige poner un alto y generar cambios positivos rápido, tal como lo prometieron en sus tiempos de campaña.


Es frecuente también que algunos ediles a poco tiempo de tomar el mando -quizás para ganar tiempo y comprensión- señalen que los problemas son mayores a lo imaginado y sus antecesores omitieron tomar decisiones que pudieron evitar complicaciones a sus municipios; lo cual sinceramente tampoco extraña a la ciudadanía, que ante tal situación, exige no solo se remedien los problemas, también se haga justicia y se sancione a quienes fallaron por dolo o por incapacidad, que nadie goce de impunidad después de haber causado afectaciones.


Llegado el momento de dar resultados, las personas que presiden los municipios presumen que han aprovechado el tiempo desde que ganaron la elección para integrar equipos de trabajo y diseñar estrategias que garanticen eficacia e innovación a beneficio de los ciudadanos y ahí una pieza clave que evidencia la determinación real para ajustar cuentas y poner orden los próximos tres años, es la designación de la persona que encabeza la Contraloría Municipal y el fortalecimiento real de esa dependencia.


La contraloría municipal por principio es la encargada de revisar todo lo que se recibe del gobierno anterior y de formular en su caso las observaciones sobre las deficiencias o los faltantes que detecten en las cuentas, recursos, bienes y patrimonio que les entregaron, antes que transcurran sesenta días, para que se inicien procesos administrativos de responsabilidad por parte del órgano superior de fiscalización estatal y si procede se reparen los daños que se hubieran causado a la hacienda pública municipal, lo cual no parece ocurrir con la misma frecuencia con que se hacen señalamientos verbales.


Esta dependencia también será la encargada de supervisar, auditar y evaluar el desempeño y ejercicio de recursos de cada una de las dependencias y organismos del municipio, además de contribuir implícitamente con el combate a la corrupción, en el ideal que al paso de los tres años de gestión no tengamos que hablar de las mismas complicaciones y fallas lamentables que recientemente vimos en los que se fueron.


Por eso propongo que si quieren saber qué tan firme es el compromiso del gobierno con el orden, revisemos quienes han sido designados como Contralores o contraloras, qué antecedentes tienen, que capacidad y recursos disponen para cumplir con su trabajo, qué planes tiene y como pretende abrirse o no a la ciudadanía, pues su responsabilidad y atribuciones de ley exigen que no sea figura decorativa ni de segundo nivel como ha sido lamentablemente frecuente.


Ojalá los ciudadanos enfoquemos y procuremos que las Contralorías signifiquen igual o más que las otras dependencias que ejercen recursos, las aprovechemos, pongamos a prueba a presidentes municipales exigiendo que sirva al gobierno y a la sociedad previniendo afectaciones e ineficiencias a tiempo. No normalicemos la impunidad, la incapacidad ni la ineficacia desestimando algo útil. Es tiempo y hay forma.


PROVOCACIONES


#Gentileza Ojalá la consejera presidente del IEEM se tomara un tiempo para explicar los motivos y propósitos de la remoción de cinco directores de unidad, efectuada antes de concluir el 2021, sin que se hubieran expuesto evaluaciones de sus resultados. Ya aprovechando, sería bueno que abriera una convocatoria y diera a conocer el proceso y requisitos que deberán cumplir quienes aspiren a ocupar alguna de esas posiciones tan importantes en las que requerimos gente muy calificada. A ver.