La columna de opinión de Santiago Benítez
El pasado 10 y 11 de abril tuvo lugar el máximo evento en cuanto a lucha libre se refiere, Wrestlemania celebró su edición número 37 la cual llegaba con un sabor especial. El regreso del público en un evento en vivo de WWE tras un año de eventos a puerta cerrada debido a la pandemia.
El estadio Raymond James hogar de los actuales campeones de la NFL, los Bucaneros de Tampa Bay fue el recinto que durante dos noches albergó a 25,675 fanáticos los cuales representaron un 36% de la capacidad del inmueble y abriendo la esperanza a una "vuelta a la normalidad".
Hay que recordar que este mismo estadio también albergó unos meses atrás el Súper Bowl en el cual únicamente se permitió un 20% de la capacidad. De menos a más el deporte en Estados Unidos está viendo de regreso a su activo más importante, el aficionado.
¿Será momento de que en México se considere regresar a los estadios? En estados como Tijuana, Mazatlán, Aguascalientes y recientemente Nuevo León el regreso del público a los eventos deportivos es ya una realidad.
Esto como suele ser casi todo en este país ha tenido sus claros/oscuros, como el no respetar el aforo permito, el no obligar a usar el cubrebocas o la ignorancia absoluta de la sana distancia. Es debido a esto qué lugares como la Ciudad de México o el Estado de México se resisten a un regreso del público y es aquí cuando se debería de buscar igualar e inclusive imitar lo hecho en Estados Unidos, en eventos como Wrestlemania o el SuperBowl.
Con la liguilla del fútbol mexicano en puerta y con dos de los equipos con mayor popularidad en el país pertenecientes a la Ciudad de México (América y Cruz Azul) ya clasificados, es buen momento para que el gobierno de esta misma considere seriamente un paulatino regreso de la gente a los estadios con extremas medidas de seguridad.
La idea de un regreso se traduce no solo en la alegría de unos aficionados, si no en la tranquilidad para la economía de los miles de familias de trabajadores formales e informales que viven del fútbol como espectáculo y que tras la difícil crisis sanitaria en la que vivimos han visto cortados de golpe sus ingresos de un año hasta la fecha.
Un 20% o hasta un 35% de aforo me parece lo correcto para un adecuado retorno, el uso de cubrebocas en todo en momento, la delimitación de distancia y correcto filtro sanitario al ingreso de cada Estadio son algunos de los aspectos que los gobiernos, equipos y la Liga MX tienen que asumir para buscar salvaguardar la vida de cada persona que acuda a algún partido.
No se debe de bajar la guardia, pero tampoco se puede ignorar la economía de las familias que viven del deporte más allá de los deportistas. Reactivemos la economía sin ignorar las medias de seguridad y protección, abramos las puertas de los estadios y repliquemos lo hecho por la WWE en Wrestlemania que a nivel de organización, seguridad y espectáculo nos han puesto un gran y maravilloso ejemplo.
El estadio Raymond James hogar de los actuales campeones de la NFL, los Bucaneros de Tampa Bay fue el recinto que durante dos noches albergó a 25,675 fanáticos los cuales representaron un 36% de la capacidad del inmueble y abriendo la esperanza a una "vuelta a la normalidad".
Hay que recordar que este mismo estadio también albergó unos meses atrás el Súper Bowl en el cual únicamente se permitió un 20% de la capacidad. De menos a más el deporte en Estados Unidos está viendo de regreso a su activo más importante, el aficionado.
¿Será momento de que en México se considere regresar a los estadios? En estados como Tijuana, Mazatlán, Aguascalientes y recientemente Nuevo León el regreso del público a los eventos deportivos es ya una realidad.
Esto como suele ser casi todo en este país ha tenido sus claros/oscuros, como el no respetar el aforo permito, el no obligar a usar el cubrebocas o la ignorancia absoluta de la sana distancia. Es debido a esto qué lugares como la Ciudad de México o el Estado de México se resisten a un regreso del público y es aquí cuando se debería de buscar igualar e inclusive imitar lo hecho en Estados Unidos, en eventos como Wrestlemania o el SuperBowl.
Con la liguilla del fútbol mexicano en puerta y con dos de los equipos con mayor popularidad en el país pertenecientes a la Ciudad de México (América y Cruz Azul) ya clasificados, es buen momento para que el gobierno de esta misma considere seriamente un paulatino regreso de la gente a los estadios con extremas medidas de seguridad.
La idea de un regreso se traduce no solo en la alegría de unos aficionados, si no en la tranquilidad para la economía de los miles de familias de trabajadores formales e informales que viven del fútbol como espectáculo y que tras la difícil crisis sanitaria en la que vivimos han visto cortados de golpe sus ingresos de un año hasta la fecha.
Un 20% o hasta un 35% de aforo me parece lo correcto para un adecuado retorno, el uso de cubrebocas en todo en momento, la delimitación de distancia y correcto filtro sanitario al ingreso de cada Estadio son algunos de los aspectos que los gobiernos, equipos y la Liga MX tienen que asumir para buscar salvaguardar la vida de cada persona que acuda a algún partido.
No se debe de bajar la guardia, pero tampoco se puede ignorar la economía de las familias que viven del deporte más allá de los deportistas. Reactivemos la economía sin ignorar las medias de seguridad y protección, abramos las puertas de los estadios y repliquemos lo hecho por la WWE en Wrestlemania que a nivel de organización, seguridad y espectáculo nos han puesto un gran y maravilloso ejemplo.
