La leche materna provee ácidos grasos esenciales, que tienen una relación directa con el desarrollo cerebral, ayudando a tener un mayor coeficiente intelectual.
La lactancia materna se reconoce como un derecho fundamental del ser humano. Representa una importante fuente de energía y brinda al bebé proteínas, vitaminas y minerales que le permitirán un crecimiento y desarrollo saludable.
Norma Araceli López Facundo, Secretaria Técnica del Subcomité de Lactancia Materna del Hospital Materno Infantil del ISSEMyM informó que la lactancia permite a los menores tener seis veces más probabilidades de vida; por su alto valor nutritivo y su fácil digestión los previene de infecciones gastrointestinales y respiratorias, así como de padecer obesidad, diabetes, alergias o cáncer infantil.
En tanto que a la madre, le ayuda a la involución uterina, disminuyendo el sangrado posterior al parto y depresión en este mismo periodo de tiempo. Reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario así como de osteoporosis en la menopausia.
"Se recomienda privilegiar en todo momento el contacto entre la madre y el bebé durante la lactancia materna. Evitar el uso de mamilas, chupones u otros sucedáneos ya que el uso de éstos, tras permanecer largo tiempo en la boca, ocasiona desmineralización del esmalte dental, alteración en el crecimiento de los dientes y en la formación del paladar; lo que puede llegar a dificultar la dicción" detalló.
Para una mejor alimentación del bebé, agregó, es muy importante el baño diario de la mamá, mantener la higiene de senos y manos sin aplicar cremas ni aceites, realizar a manera de mensaje, movimientos circulares con los cuatro dedos de la mano a efecto de agilizar el flujo de leche a través de los conductos mamarios, en caso de que se presenten grietas en el seno, se recomienda lubricarlos con la misma leche materna.
Norma Araceli López Facundo, Secretaria Técnica del Subcomité de Lactancia Materna del Hospital Materno Infantil del ISSEMyM informó que la lactancia permite a los menores tener seis veces más probabilidades de vida; por su alto valor nutritivo y su fácil digestión los previene de infecciones gastrointestinales y respiratorias, así como de padecer obesidad, diabetes, alergias o cáncer infantil.
En tanto que a la madre, le ayuda a la involución uterina, disminuyendo el sangrado posterior al parto y depresión en este mismo periodo de tiempo. Reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario así como de osteoporosis en la menopausia.
"Se recomienda privilegiar en todo momento el contacto entre la madre y el bebé durante la lactancia materna. Evitar el uso de mamilas, chupones u otros sucedáneos ya que el uso de éstos, tras permanecer largo tiempo en la boca, ocasiona desmineralización del esmalte dental, alteración en el crecimiento de los dientes y en la formación del paladar; lo que puede llegar a dificultar la dicción" detalló.
Para una mejor alimentación del bebé, agregó, es muy importante el baño diario de la mamá, mantener la higiene de senos y manos sin aplicar cremas ni aceites, realizar a manera de mensaje, movimientos circulares con los cuatro dedos de la mano a efecto de agilizar el flujo de leche a través de los conductos mamarios, en caso de que se presenten grietas en el seno, se recomienda lubricarlos con la misma leche materna.
