Los resultados electorales del Estado de México, donde Delfina Gómez arrebató la gubernatura al Partido Revolucionario Institucional (PRI) después de más de 90 años en el poder, dejan varios dañados. En primer lugar Alejandra del Moral, pero el gran perdedor sin duda alguna es el gobernador Alfredo del Mazo, a quien acusan de haberla dejado sola, de no operar para el PRI y de haber negociado con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la entrega del estado a cambio de no investigar su riqueza en Andorra, sus desvíos en la administración estatal o incluso una embajada. Las suposiciones son muchas, pero la realidad solo los dos actores en mención la saben.

Debe ser difícil ser el heredero de una estirpe política y entregar el poder luego de tres generaciones con el nombre Alfredo del Mazo, máxime cuando tu partido, el PRI estaba a poco tiempo de cumplir 100 años en el poder, o entregar malos resultados a uno de los grupos políticos más poderosos del país, El Grupo Atlacomulco. Más difícil debe ser quedarte sin futuro político.

Alfredo del Mazo Maza quedará marcado para siempre al entregar el Estado de México a Morena. Y si el gobernador tuvo un acuerdo con el presidente López Obrador habrá señales que dejarán al descubierto su trato, eso es lo que dificulta el futuro político del aún gobernador mexiquense. Si acepta en el corto plazo una embajada, dará por sentado que hubo acuerdo y las críticas no se harán esperar.

Si las autoridades competentes no investigan la denuncia reportada por medios internacionales unos días ante de la elección, en donde señalan desvío de recursos en la Secretaría de Desarrollo Social por cinco mil millones de pesos, a través de empresas fantasma y donde están involucrados Alfredo del Mazo, Alejandra del Moral y la diputada federal, Melissa Vargas, seguro hay un acuerdo de impunidad. Si Delfina Gómez no denuncia penalmente la corrupción del sexenio de Alfredo del Mazo Maza, lo más seguro es que haya acuerdo.

Del Mazo asegura que siempre estuvo cerca de Alejandra del Moral, claro, incluso muchos acusan que le impuso asesores a Alejandra del Moral que bloquearon la campaña, que no permitían generar una estrategia basada en la realidad del Estado y mucho menos le permitían desmarcarse de su mal gobierno.

Pero la derrota del PRI tiene otros factores, el papel gris del Alfredo del Mazo Maza al frente de la administración, su falta de resultados en materia de seguridad, su falta de obras durante los seis años de su mandato, actuar bajo la sombra de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, durante la pandemia, pero lo más importante su falta de liderazgo tanto en el gobierno como en el PRI estatal.

En lo nacional su partido cuestiona su actuar, pero en lo estratégico, Alejandro Moreno, también dejó sola a la candidata, no le convenía que Alejandra del Moral ganara, porque en automático Alfredo del Mazo sería un aspirante fuerte para la candidatura presidencial y le pesaría su sombra en la dirigencia nacional del PRI.

*PRD en el marasmo de su vida política*

La elección para gobernador del Estado de México es la crónica de una muerte anunciada para el Partido de la Revolución Democrática (PRD), al no haber alcanzado el tres por ciento del porcentaje, virtualmente pierde el registro, aunque seguirá con vida gracias a su registro nacional, pero de seguir por el camino de las coaliciones con el PRI y el PAN está condenado a la extinción y seguramente el partido más emblemático de la izquierda mexicana, participe por última vez en la contienda electoral del 2024.

Las malas decisiones han sumido al PRD en el marasmo de su vida política, lucen como un partido agotado física y mentalmente, tan delgado que no puede cargar su propio peso, todo gracias a la corrupción de sus líderes que han privilegiado la cartera por encima del crecimiento del partido y la militancia. Los caminos se le han cerrado al Sol Azteca, han entrado en terapia intensiva y se espera por el bien de La Mayoría Silenciosa que utilice su última oportunidad para desligarse de las alianzas que lo han llevado a este punto.

*Se desploma imagen de Omar García Harfuch*

Los últimos acontecimientos en materia de seguridad en la Ciudad de México manchan la buena imagen que tiene el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch; asesinatos y robos por parte de la policía capitalina han puesto en el ojo de huracán lo que parecía una carrera impecable por parte del funcionario público, gracias a la cual, muchos ciudadanos lo veían como posible sucesor de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Desafortunadamente para sus posibles aspiraciones, no ha reaccionado ante la ola de acontecimientos. Los sucesos mediáticos iniciaron con el asesinato de los dueños de Dolls Drinks mejor conocido como ‘Las licuachelas´, apenas ayer asesinaron a un empresario de estacionamientos del Centro Histórico, aunque el hecho fue en Huixquilucan afecta su imagen, tomando en cuenta que todos se lo achacan al grupo delictivo La Unión Tepito.

Finalmente, se han documentado varios casos de robos en cateos por parte de elementos de la policía de la Ciudad de México. El más sonado es el de la empresa Black Wall Street, donde el monto asciende a tres millones de dólares y 15 millones de pesos que no se sabe dónde están. La Secretaría de Seguridad a su cargo ha comenzado a despedir un hedor que no se puede evitar ni tapándose la nariz con un pañuelo.