Víctimas en tiempos electorales

Oscar Glenn

Víctimas en tiempos electorales

Ojalá

Por @OscarGlenn

Hace unos días el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dejó sin efectos una resolución del IEEM que ordenaba el retiro de diversas publicaciones de algunos actores políticos y periodistas en redes sociales, en las cuales cuestionaban la postulación de la Maestra Delfina Gómez como aspirante a la gubernatura del Estado de México, considerando el Instituto que dichos mensajes denigraban a la morenista e incurrían en posible violencia política de género, en lo que razonaron era una campaña mal intencionada en su perjuicio.

Al ser analizado el caso en el Tribunal se determina este 1 de diciembre, que no existe violencia política de género, pues no la cuestionan o descalifican por el hecho de ser mujer, ni se reproducen estereotipos; sino se critica su desempeño en el tiempo que fue alcaldesa, se recuerdan los asuntos en los que se implicó y se cuestiona también al partido que intenta postularla, decisión que ahora piensa su partido impugnar.

En otro frente, a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, le ordenó recientemente el INE a publicar un texto en el que pide a sus simpatizantes se abstengan de influir en el proceso electoral 2023-2024 con la colocación de propaganda o campañas en redes sociales, un texto que especificó la mandataría, no era de su autoría, ni estaba de acuerdo, además de calificar de antidemocrático y conservador al árbitro electoral.

A la crítica se sumó el Presidente de la República, pese a que abundan bardas y mensajes en las cuales se menciona a la morenista como aspirante a la presidencia de la república a más de un año que inicie la contienda electoral, y ya apuntala a través de “espontáneos fans” su posicionamiento, por lo cual ha sido acusada de incurrir en posibles actos anticipados de campaña.

Siendo estos dos casos de lo más reciente, nos llevan a analizar que prácticamente todos los partidos políticos y los personajes con aspiraciones políticas están desarrollando acciones que rozan los límites de la legalidad, con tal de hacerse presentes y reforzar algunos mensajes con expresiones calculadas y formatos diversos en los que salen al paso de los potenciales electores, y aún sabiendo que pueden incurrir en alguna infracción, están dispuestos a enfrentar quejas lo mismo que a quejarse y después victimizarse de censura o excesiva tolerancia según se ofrezca en el momento, poniendo en entredicho si es necesario, la labor del árbitro electoral, de los tribunales o de quien se aparezca.

Ojalá no nos dejemos confundir. Quien sabe las reglas de juego muchas veces tratará de usarlas para sacar ventaja. No nos precipitemos lapidando al árbitro cuando reconviene a quienes plenamente conocen las reglas electorales.