Este problema al que nos hemos enfrentado, ha crecido notablemente perjudicando tanto al comercio organizado como a la ciudadanía en general, causando pérdidas de entre un 20 y 30 por ciento al comercio establecido en fines de semana y días festivos, además de problemas sociales y económicos.
Si bien es cierto que se ha visto una disminución de estos comerciantes, también es importante señalar que durante el año se han visto decenas de vendedores que invaden tanto las banquetas como las mismas vialidades ocasionando tránsito lento y afectando tanto a peatones como a vehículos por la obstrucción de la vía pública, principalmente zonas como la terminal de autobuses o el Centro Histórico con venta de mercancía a un costo mucho menor que el del comercio formal, lo cual representa una competencia desleal; ya que el ambulantaje no paga impuestos, servicios públicos o salarios, de ahí que sus productos resulten más baratos.
Cabe mencionar que los ambulantes no cumplen con medidas de higiene y generan mucha basura, esto además de repercutir en la salud provoca fauna nociva y obstruye el drenaje. Hay deterioro urbano y todo esto causa pérdidas al comercio formal y al turismo
El descontrol del ambulantaje ha propiciado la comisión de delitos, incrementando así de forma considerable la inseguridad. Por ello hacemos un llamado a fomentar la formalidad de las empresas y a observar de cerca éste problema en las fechas que se aproximan a fin de fomentar un clima de seguridad y orden dentro de las actividades empresariales, comerciales y de servicios, que se desarrollen dentro del municipio.