Para empezar de que estamos hablando debemos conocer el termino al que nos referimos lo cual la intolerancia a la lactosa es cuando el intestino delgado no es capaz de digerir la lactosa, un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos.
Se da esta problemática porque el intestino no produce la suficiente enzima lactasa, las cuales ayudan al organismo a absorber los alimentos. La cual tiene diferentes etiologías genéticas, por alguna enfermedad gástrica, por algún trastorno de ansiedad o psicológico.
Por lo cual nos pone a preguntarnos realmente estamos tratando una intolerancia la lactosa o el sistema nervioso juega un papel importante en este malestar. Tomando en cuenta esto debemos centrarnos en aclarar los puntos para tener una mente mas abierta al caso por lo cual la intolerancia la lactosa siempre debe ser diagnosticada por un médico el cual en base a su conocimiento debe realizar ciertas pruebas diagnósticas para descartar o confirmar el padecimiento, mientras esas pruebas no se realicen con resultado positivo tratemos una intolerancia adquirida o nerviosa.
El sistema nervioso se relaciona con el sistema digestivo por lo cual el estrés, ansiedad o trastornos depresivos lo pueden afectar, como son por casos de gastritis, colitis nerviosa, estreñimiento, diverticulitis o algunos casos de diarrea se ven afectados por el ambiente en el que se encuentre la persona.
Por cual es importante que se trate de manera integral con el médico, nutrición y apoyo psicológico, dándole el mejor manejo al malestar, para descartar una intolerancia, pudiendo encontrar la causa especifica los síntomas. Por ello siempre es importante acudir al servicio médico para que se dé una orientación completa y adecuada.
LN. Daniela Hernández Urrutia
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