Como cada año, espero ansiosa su llegada para recibirlos en mi hogar. Este año, sin embargo, confieso que tengo miedo de que no aparezcan, no solo en mi casa, sino en ninguna de las casas de nuestro país. Como sabrán, los mexicanos no nos hemos portado bien este año. Nuestro país se ubicó en el noveno lugar, de 26 países del continente americano, con la mayor tasa de asesinatos para el 2022, según el “Informe global sobre Homicidios 2023” de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Una posición vergonzosa y, hablando de lugares nada honrosos, también lamentablemente no tenemos buenas noticias académicas, ya que México ocupó el lugar 51 de 81 países evaluados en matemáticas, lectura y ciencias, según los resultados del Programa para la Evaluación de Estudiantes (PISA).
No prometeré que estos resultados mejoren, ya que la Secretaría de Educación Pública tuvo ajustes y problemas con los libros de texto, lo que seguramente retrasará las buenas noticias en materia educativa.
Estimados Reyes Magos, si se detienen a leer mi carta, les pido un milagro. Nuestra entidad mexiquense enfrenta un grave problema con la desaparición de personas. Recientemente se dio a conocer que en los municipios afectados por la Alerta de Violencia de Género en el Estado de México, los casos de mujeres desaparecidas han aumentado en Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Cuautitlán, Chimalhuacán, Ixtapaluca y Valle de Chalco. Les pido que proporcionen a las autoridades las herramientas necesarias para localizar a estas personas que tienen preocupadas a sus familias y necesitan un milagro para que aparezcan.
Algunas de ellas han aparecido gracias a medidas extremas, como el cierre de avenidas y calles por parte de sus familias para agilizar la búsqueda, aunque desgraciadamente no siempre hay buenas noticias.
Estimados Reyes Magos, lamentablemente, el año pasado nos dejó un mal sabor de boca en materia de economía. Muchos padres de familia han perdido sus empleos y la canasta básica aumenta cada vez más, poniendo en riesgo a la niñez y adolescencia de nuestro país. Un ejemplo de esto es el informe de Unicef en México, que reveló que en los últimos 12 años, el país ha invertido menos del 3% del PIB en la garantía de los derechos de la niñez y adolescencia, una cifra significativamente menor al 5% que invierten en promedio los países de América Latina. Es decir, de 2021 a 2023, se ha invertido menos del 3% del PIB en este sector, la cifra más baja desde 2012. Una cuestión desafortunada, ya que en nuestro país la pobreza infantil prevalece, con muchas carencias sociales, como el acceso a servicios de salud y una alimentación adecuada para un desarrollo óptimo.
Estimados Reyes Magos, lamentablemente, no tenemos tan buenas noticias. Últimamente, la violencia, el odio, las agresiones, el narcotráfico, la desigualdad y el desempleo van en aumento en lugar de reducirse.
Este año, en caso de llegar a los hogares de los mexicanos, les pido que debajo de los árboles de Navidad dejen un empleo para el padre que perdió su trabajo, una caja llena de esperanza para las madres y padres que perdieron a sus hijos, una botella de amor para los hombres que han violentado a alguna mujer, una bolsa llena de esperanza y fe para los niños de la calle, un kit lleno de ilusiones para las familias que han perdido todo en Acapulco, un paquete con una buena dosis de fuerzas para las personas que sientan que no pueden más y, finalmente, una dosis de amor para que todos volvamos a querer a nuestro país por el bien de nosotros y nuestras familias.
Sinceramente y con mucho amor
