Opiniones

A cuidar nuestra democracia

A cuidar nuestra democracia

Opinión y análisis del Dr. Arturo Argente
Miembro de la Escuela de Derecho del Tec de Monterrey

La transición que ha enfrentado nuestra nación para consolidar nuestra democracia, la cual siempre es perfectible, no ha sido fácil y se ha consolidado en gran parte por el esfuerzo y sacrificio de muchos mexicanos. Esta lucha dio sus primeros indicios en la década de los 80´s, después de vivir un ofensivo fraude electoral encabezado por Manuel Bartlett, todavía vigente y cobijado por un manto de impunidad que parece eterno, es la principal cabeza de la CFE y parte del grupo político que ha bañado de corrupción y fraudes a la historia de México. Las elecciones eran organizadas por la Secretaría de Gobernación, por lo que era un órgano dependiente del Estado el encargado del proceso electoral.

En 1990 se crea un órgano electoral independiente que diera certeza electoral a la ciudadanía mexicana, y fue en 1996 cuando se logró darle autonomía a este órgano electoral conocido como el IFE y limitar la influencia del Estado en las elecciones para que pudieran ser manipuladas.

Ahora se intenta desmantelar nuestra democracia con la llegada de un líder carismático, que presume sus altos índices de popularidad, y apoyado de falsas promesas. Este líder ha ejercido su función como presidente culpando de todo a las instituciones y al pasado, usando el resentimiento y el enojo popular para lograr sus objetivos. Atacar a la democracia, debilitar a las instituciones y cambiar las reglas del juego a su favor.

A la sociedad mexicana se le acusa de carecer de memoria, pero aquella que, si recuerda, valora los logros obtenidos y se opone a la postura del presidente, que impotente y ofendido por esta oposición ciudadana denosta e insulta a la sociedad que trata de proteger a sus instituciones. El discurso presidencial impacta entre sus seguidores apelando al enojo. Pero, si ese enojo se transformara en acción constructiva, sería positivo. Pero el objetivo del presidente es que el enojo se quede estancado y se transforme en resentimiento y odio para aquellos que son obstáculo para ejercer su poder a plenitud.

Es tal el nivel de sus ofensas, que llegan a alcanzar un nivel de normalidad al repetir los insultos del presidente que se vuelven parte de la conversación pública. Parece que es "normal" que el jefe de estado insulte a sus conciudadanos y que estos, ofendidos, lo repitan. Se debe evitar caer en la trampa que el titular del ejecutivo plantea y no caigamos en el poder distractor del lenguaje tóxico del presidente y enfoquemos toda nuestra energía en la batalla que más importa: la defensa del INE y de las elecciones libres. Ahí es donde se juega todo el futuro de México.

Si tienes memoria, no puedes dejar que el Estado se apropie de las elecciones. En México, muchas cosas se deciden con violencia, la democracia no. Defender al INE es defender la paz. Ya no más violencia.