Opiniones

Manifestación por la educación

Manifestación por la educación

Opinión

Vanessa Meléndez Valles
@vallesvanessa

Estamos muy cerca de concluir este ciclo escolar que al igual que el año anterior fue complicado debido a un confinamiento domiciliario que tuvimos la gran mayoría a nivel mundial. En ese periodo de tiempo, distintas esferas de la sociedad sufrieron diversas situaciones para las cuales (y hay que decirlo) no estábamos preparados y se pagaron las consecuencias tanto de salud, como socioeconómicas, psicológicas, familiares y educativas, teniendo aún, al día de hoy, una devastador saldo en todas estas esferas.


Enfocados en el ámbito educativo, si volteamos la mirada hacía esos meses de confinamiento, nos vienen a la mente las dificultades experimentadas por los maestros de todos los niveles educativos y familias, en la que se tuvo que afrontar, de forma inesperada, una docencia 100% online para la que no estábamos preparados. Esta situación puso en evidencia la ausencia de conocimiento digital de un gran número de los involucrados en la educación como son: los profesores, alumnos y padres de familia. Esta deficiencia se unía, en la mayoría de los casos, a una falta de actualización para el uso didáctico de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, algo que, en esta segunda década del siglo XXI, debería de haber sido obligatorio para los docentes en este trabajo de actualización de los procesos de enseñanza-aprendizaje.


En nuestro país pero muy específicamente en el Estado de México existe, aún una gran brecha digital que provocó la deserción escolar de muchos pequeños o que de plano los maestros tuvieran que acreditarlos y tener como consecuencia un importante rezago educativo


El nuevo ciclo escolar iniciará el 29 de agosto y aunque la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que las clases deberán ser presenciales no se tiene que dejar de lado el fortalecimiento de la enseñanza online, apoyar a las escuelas gubernamentales para que exista y se incremente el uso de plataformas, así como la utilización de las herramientas como las videoconferencias con el fin de seguir aprovechando la flexibilidad que nos ofrece el aprendizaje móvil o ampliar el uso de las redes sociales en el ámbito educativo.


Nelson Mandela dijo “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Hoy ante la violencia, la pobreza, la migración y la contaminación estamos a tiempo de crear mayor conciencia sobre estos hechos si la contrarrestamos con educación de calidad y maestros comprometidos con la misma.


En este sexenio se eliminó el programa de escuelas de tiempo completo, un esquema educativo que bien trabajado podría haber tenido resultados muy positivos. Pero la falta de materiales, de instalaciones dignas, de disposición y de recursos, se eliminó. Aunado a que también en este 2022 se destinarán 883,929 millones de pesos (mdp) para el gasto público en educación, monto que representa el 3.1% del PIB, lo que se traduce como el nivel más bajo a partir de 2010, según cifras del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.


En este sentido, la sociedad deberíamos estar indignados exigir, gritar, pedir que el gobierno tanto federal como estatal se interese por fortalecer los centros de estudio, institutos y universidades públicas, para que los niños, jóvenes, mujeres y hombres, puedan ejercer su derecho a la Educación digna y de calidad.


Pero lamentablemente no tenemos tiempo de gritar esa exigencia porque estamos más preocupados porque una bala no nos mate, que a nuestras hijas no las violen o que sencillamente nos alcance para comer.