Mujer y Familia

Sistemas de Cuidado necesarios para disminuir la desigualdad en las mujeres

Sistemas de Cuidado necesarios para disminuir la desigualdad en las mujeres

Se muestra cómo las normas sociales relativas a los cuidados provocan una ausencia institucional y de recursos para esta materia. Un Sistema Nacional de Cuidados promueve la igualdad de género , amplía las oportunidades e impulsa la movilidad social.

El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) desarrolló la Encuesta ESRU de Movilidad Social en México, con la que alertó la urgencia de establecer un Sistema Nacional de Cuidados que ayude a paliar el trabajo doméstico y cuidados no remunerados que afectan a millones de mujeres mexicanas, quienes a falta de servicios y políticas de respeto, se ven obligadas diariamente a atender a niños menores de edad, adultos mayores o familiares con algún padecimiento que afecte su independencia, impactando sus oportunidades, lo cuál reduce las opciones de movilidad social en nuestro país.


La Encuesta evidencia la importancia de que la protección social en nuestro país incluya un Sistema Nacional de Cuidados. Esto significa que las instituciones mexicanas atiendan en cuidados responsablemente a las personas con enfermedades o discapacidad, a menores de edad y personas mayores, para que los familiares y cuidadores, en su mayoría mujeres, puedan acceder a mayores oportunidades y opciones de movilidad social.


“Para impulsar la movilidad social en México, se requiere de igualdad de oportunidades”, señala Roberto Vélez Grajales, director ejecutivo del CEEY. “Del total de la desigualdad en México, prácticamente la mitad se debe a factores fuera del control de las personas. El peso de la protección social en el total de la desigualdad de oportunidades alcanza el 11% a nivel nacional, mientras que para la población en la parte más baja de la escalera social (la más pobre), este porcentaje alcanza el 38%, lo cual es una diferencia muy significativa que nos indica que sin mecanismos formales de protección es casi imposible contar con oportunidades para lograr mayor movilidad social”.


El estudio que se realizó registra que el tamaño de la desigualdad de oportunidades afecta particularmente a las mujeres. Esto incrementa cuando con quienes provienen de hogares en que los padres no contaban con acceso a la protección social.


Realizaron una comparación entre quienes cuentan o no con servicios de cuidado infantil, y registraron que las mujeres cuyo origen esta en la parte más baja de la escalera social, solo 32% supera su condición socioeconómica cuando su localidad no cuenta con estos servicios. Mientras que en los lugares donde sí los hay, un 63% de las mujeres en la misma condición lo logra.


Las situaciones que enfrentan se reflejan en el mercado laboral y en las opciones de movilidad sociales, pues ese 32% no participa en ello, sino que se dedica principalmente al cuidado de sus familiares.


“Los beneficios potenciales de un Sistema Nacional de Cuidados son muy claros, al crear oportunidades de movilidad social, tanto para las personas que requieren cuidados como para sus cuidadoras, amplía las oportunidades de elección para las mujeres cuidadoras al reducir la sobrecarga de trabajo no remunerado, al promover la autonomía, el empoderamiento y las posibilidades de las mujeres de vivir libres de violencia”, puntualiza Mónica Orozco, directora general de GENDERS e investigadora asociada externa del CEEY.


Aunque la iniciativa de crear un Sistema Nacional de Cuidados fue aprobada recientemente por la Cámara de Diputados, no está claro el funcionamiento institucional ni los recursos que se le asignarán.


Por ello, agrega Vélez Grajales, es importante diseñar un Sistema que sea efectivo y sostenible, que haga efectivos los derechos de todas y todos, quienes necesitan y quienes brindan cuidados, “Necesitamos asegurarnos de que las instituciones que se crearán o a las que se les asignará esta responsabilidad cuenten con todos los elementos para brindar un cuidado digno que dé oportunidades y amplíe las opciones de movilidad social de millones de personas, con prioridad para quienes viven en situaciones de mayor precariedad en lo económico, emocional y en términos de salud”.