Director de Parámetro Investigación S.C.
No importa si tu versión esta apegada a la realidad, si esta basado en datos o en opiniones, si es correcta o no; en la actualidad somos testigos de un clima de polarización extrema. Cada grupo o corriente vive su posverdad, asumiendo, la realidad bajo una partícular narrativa y estado emocional que nubla los datos y la información. Moises Naim, autor de el fin del poder, y de la revancha de los poderosos; advierte que las democracias se encuentra en riesgo por la presencia de un modelo que el llama de las “3 P”: populismo, posverdad y polarización.
El estado emocional de las sociedades es dominado por emociones negativas como el enojo, odio, hartazgo, indignación que ayudan a movilizar a importantes segmentos de la opinión pública. Sociedades latinoamericanas como la mexicana, experimentan históricamente profundas brechas de desigualdad que con la pandemia y la crisis continúan ampliandose, y es en este ambiente donde las noticias falsas y la polarización proliferan.
Populismos de izquierda o derecha exacerban las emociones de importantes segmentos ciudadanos, polarizando su mensaje de rechazo y odio en contra de los “otros”, como pueden ser los mexicanos (Trump), los imperialistas (Chávez-Maduro), los conservadores (Amlo). Lo lamentable, es que este modelo esta siendo imitado por sus opositores, limitando con ello el diálogo y la razón.
El reciente pasaje del llamado #HoustonGate en el que se cuestiono un posible conflicto de interes que involucraba al hijo mayor del Presidente, refleja el ambiente de polarización política a la mexicana en el que los simpatizantes del Presidente y sus criticos se han visto envuelto en una batalla en la que cada cada bando ha terminado por creer y sostener su versión, y su posverdad.
Es probable que veamos nuevos episodios de polarización política, un choque de trenes en la opinión pública en las que el Presidente juega un rol activo de una de las partes para alejarnos del espacio para la conciliación y el diálogo.
Uno de los efectos de la polarización es el endurecimiento de la base de apoyo del Presidente. Entre 2019-2021 (Alejandro Moreno, El Financiero, febrero 2022), registra una caída, al pasar de 71 a 61%, pero lo mas interesante es el endurecimiento de quienes lo apoyan. Por ejemplo, la aprobación dura, es decir aquellos que lo aprueban mucho, creció 9 puntos en el citado periodo, al pasar de 20 a 29 puntos. En tanto que la blanda, es decir quienes lo aprueban algo, cayó de de 51 a 32 puntos. En términos globales, AMLO ha perdido 10 puntos de aprobación en dos años de gobierno.
Por otro lado, la desaprobación dura, es decir quienes lo desaprueban fuertemente, se duplicó al pasar de 10 a 20 puntos, en tanto que la desaprobación blanda disminuyo marginalmente, al pasar de 17 a 16 puntos.
Las noticias falsas y la polarización proliferan en nuestra sociedad, afectando mayormente a las generaciones más jóvenes que tienen hábitos de comunicación digitales. Algunos mandatarios, en su objetivo de defender su narrativa, dividen y polarizan con fines políticos. Lo malo es que terminan por exacerbar las diferencias sociales en lugar de conciliarlas. Como dice Moises Naim, la democracia esta en riesgo porque se cierra el paso al diálogo, la tolerancia y el pluralismo.