Precisó que las nuevas disposiciones del Sistema de Atención Tributaria (SAT) no estiman sanciones para quienes no se inscriban al RFC; no obstante, cuanto más pronto se ingrese al padrón de contribuyentes, será más fácil formar parte de una nómina dentro del área productiva, pues en ocasiones, no contar con este requisito es un impedimento para la contratación.
En cuanto a los mitos que persisten sobre la solicitud del RFC, como la persecución o vigilancia de las actividades financieras que se realizan, lo que evita la incorporación al padrón tributario, de la Luz Sánchez explicó que este requisito es necesario para obtener la cédula profesional o título universitario, ya que las instituciones de educación superior solicitan la firma electrónica que proporciona el SAT.
Detalló que, si la persona no realiza una actividad remunerada al momento de darse de alta en el Registro Federal de Contribuyentes, únicamente debe registrarse como “inscripción de personas físicas sin actividad económica” para no generar alguna obligación fiscal, como es el pago de contribuciones o presentar declaraciones.
De la Luz Sánchez compartió que el RFC es una clave alfanumérica que utiliza el gobierno para identificar a las personas físicas y morales que lleven a cabo una actividad económica en el país de forma lícita y con ello se adquiere la obligación de pagar impuestos, significa que se destina parte proporcional de los ingresos a financiar la administración y servicios del Estado mexicano.
Por este motivo, el universitario indicó que el propósito de esta nueva medida es buscar introducir a los jóvenes mayores de 18 años a la cultura fiscal.