Desde el inicio de esta pandemia, el gobierno federal fomentó un ambiente de polémica que giró alrededor del número real de muertes que ha dejado el coronavirus.
México cumple un año y medio con la pandemia de COVID-19 con un saldo de 282,000 muertes, según el más reciente reporte técnico de la Secretaría de Salud federal (SSa). Esta pesadilla inició el 28 de febrero de 2020, hace exactamente 20 meses.
Actualmente, las autoridades de salud federal sostienen que el ritmo de transmisión del virus SARS-CoV-2 empieza a bajar y que esta ola no representa un panorama tan grave como el de las anteriores debido a que el proceso de vacunación ha avanzado y a que se ha dado protección a las personas más vulnerables, en particular, a los adultos mayores de 60 años. La estrategia del gobierno federal se enfoca en reforzar el proceso de vacunación en las dos entidades con más casos que son la Ciudad de México y el Estado de México.
Desde el inicio de esta pandemia, el gobierno federal fomentó un ambiente de polémica que giró alrededor del número real de muertes que ha dejado el coronavirus.
Sin duda, la pandemia en nuestro país se ha agravado por dos razones importantes: la primera es la informalidad que prevalece en nuestro país y que expone diariamente a los mexicanos al coronavirus y que privilegió a la producción económica del país sobre la salud pública; y la segunda que el 60% de la población a la que le toca la vacuna está yendo a que se la apliquen, ¿qué está pasando con el otro 40%?
Desde el inicio de esta pesadilla, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha respaldado el manejo que Hugo López-Gatell, Subsecretario de Salud, ha efectuado en el combate a la pandemia del COVID-19 en México.
En sus conferencias de prensa matutina, el Jefe del Ejecutivo ha alabado el trabajo del epidemiólogo y lo ha calificado como "un especialista de primera", quien, aseguró, fue blanco de las críticas por parte de los "conservadores", ya que desde un principio fungió como el funcionario más importante al frente de la contingencia sanitaria en el país.
Pero los números al final no mienten, el gobierno de este país ha podido engañar a un alto porcentaje de la población, pero a un virus que no tiene arrogancia ni entiende de falsas promesas, no lo pudieron convencer. La pandemia del covid-19 allanó de manera repentina la vida cotidiana de todos los hogares mexicanos y ha demostrado que esta administración fue incapaz de atajar las consecuencias de esta pandemia. Ya la historia lo juzgará, al tiempo.
Actualmente, las autoridades de salud federal sostienen que el ritmo de transmisión del virus SARS-CoV-2 empieza a bajar y que esta ola no representa un panorama tan grave como el de las anteriores debido a que el proceso de vacunación ha avanzado y a que se ha dado protección a las personas más vulnerables, en particular, a los adultos mayores de 60 años. La estrategia del gobierno federal se enfoca en reforzar el proceso de vacunación en las dos entidades con más casos que son la Ciudad de México y el Estado de México.
Desde el inicio de esta pandemia, el gobierno federal fomentó un ambiente de polémica que giró alrededor del número real de muertes que ha dejado el coronavirus.
Sin duda, la pandemia en nuestro país se ha agravado por dos razones importantes: la primera es la informalidad que prevalece en nuestro país y que expone diariamente a los mexicanos al coronavirus y que privilegió a la producción económica del país sobre la salud pública; y la segunda que el 60% de la población a la que le toca la vacuna está yendo a que se la apliquen, ¿qué está pasando con el otro 40%?
Desde el inicio de esta pesadilla, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha respaldado el manejo que Hugo López-Gatell, Subsecretario de Salud, ha efectuado en el combate a la pandemia del COVID-19 en México.
En sus conferencias de prensa matutina, el Jefe del Ejecutivo ha alabado el trabajo del epidemiólogo y lo ha calificado como "un especialista de primera", quien, aseguró, fue blanco de las críticas por parte de los "conservadores", ya que desde un principio fungió como el funcionario más importante al frente de la contingencia sanitaria en el país.
Pero los números al final no mienten, el gobierno de este país ha podido engañar a un alto porcentaje de la población, pero a un virus que no tiene arrogancia ni entiende de falsas promesas, no lo pudieron convencer. La pandemia del covid-19 allanó de manera repentina la vida cotidiana de todos los hogares mexicanos y ha demostrado que esta administración fue incapaz de atajar las consecuencias de esta pandemia. Ya la historia lo juzgará, al tiempo.
