En los últimos años de vida, las personas continúan siendo una fuente de apoyo en sus hogares; incluso, quienes brindan ayuda constantemente manifiestan tener un mejor estado de salud.
En uno de cada cuatro hogares mexiquenses vive al menos un adulto mayor, destacó la especialista del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población (CIEAP) de la Universidad Autónoma del Estado de México, Lilian Cervantes Molina, quien subrayó el papel fundamental que este sector de la población adquiere dentro de las familias.
La autora del trabajo de investigación "Apoyos en los hogares con al menos un adulto mayor en el Estado de México" resaltó que el apoyo que las personas de la tercera edad brindan a aquellos con los que comparten vivienda juega un papel central en su condición de salud y bienestar.
No es del todo cierta, dijo, la creencia social que asocia el envejecimiento con la pérdida de autonomía, pues si bien la familia continúa siendo la principal institución responsable del cuidado de las personas de edad avanzada, en 16.3 por ciento de los casos el apoyo es retribuido con la realización de actividades diversas, como cuidar niños y elaborar comida, por ejemplo.
En los últimos años de vida, puntualizó, las personas continúan siendo una fuente de apoyo en sus hogares; incluso, quienes brindan ayuda constantemente manifiestan tener un mejor estado de salud.
La investigadora de la Máxima Casa de Estudios mexiquense detalló que según los resultados del estudio, sólo 33 por ciento de los adultos mayores cuenta con algún tipo de apoyo institucional, mientras que 42.2 por ciento tienen que recurrir a apoyos informales provenientes de familiares, vecinos y amigos.
Lilian Cervantes Molina afirmó que mientras los adultos mayores se consideran saludables, más competentes se sienten para ayudar; sostuvo que a pesar de que el envejecimiento físico es inevitable, el estado mental y de ánimo contrarresta el que los adultos mayores se consideren o sientan "viejos".
La autora del trabajo de investigación "Apoyos en los hogares con al menos un adulto mayor en el Estado de México" resaltó que el apoyo que las personas de la tercera edad brindan a aquellos con los que comparten vivienda juega un papel central en su condición de salud y bienestar.
No es del todo cierta, dijo, la creencia social que asocia el envejecimiento con la pérdida de autonomía, pues si bien la familia continúa siendo la principal institución responsable del cuidado de las personas de edad avanzada, en 16.3 por ciento de los casos el apoyo es retribuido con la realización de actividades diversas, como cuidar niños y elaborar comida, por ejemplo.
En los últimos años de vida, puntualizó, las personas continúan siendo una fuente de apoyo en sus hogares; incluso, quienes brindan ayuda constantemente manifiestan tener un mejor estado de salud.
La investigadora de la Máxima Casa de Estudios mexiquense detalló que según los resultados del estudio, sólo 33 por ciento de los adultos mayores cuenta con algún tipo de apoyo institucional, mientras que 42.2 por ciento tienen que recurrir a apoyos informales provenientes de familiares, vecinos y amigos.
Lilian Cervantes Molina afirmó que mientras los adultos mayores se consideran saludables, más competentes se sienten para ayudar; sostuvo que a pesar de que el envejecimiento físico es inevitable, el estado mental y de ánimo contrarresta el que los adultos mayores se consideren o sientan "viejos".
