El Ilustrador Nacional

Oscar Glenn

El Ilustrador Nacional

Conmemorar el surgimiento del ILUSTRADOR NACIONAL, reavivar la celebración del día del periodista mexiquense con toda su trascendencia, es deber histórico institucional y social; honrar la visión y el propósito que a su nacimiento dan lugar, es para las y los periodistas la ratificación de la esencia de nuestro deber profesional e inspiración perenne.


Doscientos once años han pasado desde la aparición de la primera edición sabatina que el presbítero José María Coss logró elaborar en mal papel, con tinta de añil y tipos de madera, para difundir los fines de la guerra insurgente y relatar los avances de los planes rebeldes, así como la extensión del pensamiento en las diferentes capas de la sociedad de ese tiempo.


Grande nombre le había asignado, no sólo para continuar con el camino iniciado por el “Despertador Americano” en la lucha por dar lugar a una nación autónoma, sino además por hacer valer desde ese entonces la libertad de expresión como derecho con base en el cual la sociedad podría evolucionar.


Hablar de Ilustrar no era y no es cosa menor. Aspirar a comunicar, a informar para da luz al entendimiento, instruir o civilizar -a riesgo de sonar pretensioso- sigue estando en la esencia de nuestros objetivos principales.


Defender a toda costa el derecho a expresar nuestro pensamiento, defender las libertades, difundir nuestra opinión, ser catalizador del pensamiento crítico y dar voz a quienes no la han tenido, es nuestra causa irrenunciable. Por eso estamos aquí.


Somos y seguiremos siendo provocadores del análisis y la reflexión que nutre a la permanente inconformidad ante la mediocridad de algunas acciones públicas.


Honramos y exaltamos el trabajo con rigor, que reduce al mínimo las causas individuales ante la preeminencia del interés colectivo. 


Asumimos que en el desagrado que nuestras palabras provoquen, la incomodidad sea la palanca que mueva en sentido mejor a quienes tengan el poder de incidir en el bienestar de nuestra gente.


Asumimos con ello el reto de hacer el mejor periodismo, sobreponiéndonos a las circunstancias adversas que para este trabajo suelen imponerse, pero asimismo continuamos luchando para modificar lo desfavorable que malas tradiciones han impuesto, en detrimento de nuestra labor profesional.


Aquí está viva y activa gran parte de la esencia del ILUSTRADOR NACIONAL, que en esta su tierra de origen, vinimos a exaltar, por nuestro presente y futuro.


La inocultable realidad es la materia prima del periodista que invierte su inteligencia y disciplina profesional con pasión, busca la verdad, defiende  la justicia y las libertades con vehemencia, con el mero ánimo de servir; así elegimos vivir.


La intuición y experiencia periodística le hace tomar riesgos al señalar, analizar e interpretar hechos que considera importante dar a conocer por nuestra noción del bienestar común, con lealtad y con valor.


Hoy las y los periodistas, si bien disponen de más herramientas para su labor, han tenido que adoptar nuevas habilidades para comunicarse, capacitarse en el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para estar a la vanguardia, ser competitivos y responder a la exigencia de velocidad y casi ubicuidad que representa el ritmo de consumo mediático de este tiempo.


Se ha tenido que acelerar de manera ingente el proceso, aumentar el suministro y y la rapidez para reportar lo más importante de la mejor manera, sin sacrificar calidad precisión verosimilitud y confiabilidad.


Afrontamos la exigencia de los nuevos tiempos y con la convicción que el periodismo debe prevalecer y sobreponerse a la competencia de los generadores de contenido diverso, abundantes en la redes sociales Digitales, que sin la rigurosidad del proceso periodístico y muchas veces sin dar la cara ni hacerse responsables de sus afirmaciones, tratan desaforadamente de influir en las audiencias y disputar también el mercado publicitario.


Nos mantenemos porque creemos en la utilidad del rigor, en la trascendencia de la verificación de los hechos y en la conveniencia del juicio equilibrado y con rostro como factor diferenciador que nutre la inteligencia social y el debate público para una mejor democracia.


Honrar al ilustrador nacional es ocasión también para alzar la voz una vez más, para exigir mejores condiciones para el desarrollo de una labor que aboga por los derechos humanos a través de buenas personas; de una profesión que privilegia los valores que permiten que la sociedad tenga esperanza de un futuro venturoso en el que cada persona se disponga a cumplir con su deber individual con los más altos estándares y construya su éxito personal contribuyendo al éxito social.


Lamentablemente desde inicios de este siglo, ha sido recurrente que Mexico figure entre los países más peligrosos para ejercer el periodismo, y que en el último año se haya situado como el país, que sin estar en guerra, registró la mayor cantidad de muertes de trabajadores de la prensa, con 13 -según el Comité de protección de periodistas- resulta infame. En Ucrania mataron a 15 periodistas en 2022, una nación en guerra.


A los familiares de los compañeros fallecidos en condiciones de violencia, enviamos nuestro abrazo solidario, sumándonos también a la exigencia porque no haya impunidad a esos crímenes.


Lo frecuente de esta violencia mortífera nunca se aceptará como normal. Peor aún, si como lo ha reconocido la Subsecretaría de Derechos de la SEGOB, muchos de esos ataques son perpetrados por funcionarios públicos molestos.


Tampoco ayuda en este ambiente amenazante que desde la cúpula del poder en Mexico de manera sistemática se estigmatice y descalifique el trabajo de los periodistas que ejercen la crítica a las acciones del gobierno federal, a quienes se sitúa como adversarios políticos, ignorando que el ejercicio de la crítica como la investigación y la “desacralizacion”de los prominentes personajes de la vida pública, han contribuido al fortalecimiento de la pluralidad y la alternancia política democrática.


No aceptamos ese juego ni esa falsa disyuntiva. Si para servir a la sociedad, hay que preguntar, verificar y contrastar ese es nuestro oficio. Tarde o temprano se tendrá que asimilar en su justa dimensión.


Nos permitimos cierto optimismo porque con la pluralidad política, se siga perfeccionando el marco jurídico que permita el desarrollo de periodismo con mayor seguridad, equidad, proporcionalidad y justicia; porque la transparencia y la rendición de cuentas aprecie como espacio natural los
Medios informativos, haciendo votos también, porque los mecanismos de protección a periodistas evolucionen sin medias tintas, apliquen las mejores prácticas y cumplan con su misión sin cortapisas.


Hoy estamos siendo testigos e informando de un proceso electoral que dará lugar a una transición de gobierno, donde resultará electa la primera mujer gobernadora del Estado de México.
Desde sus tempranas etapas como aspirantes, el trato equilibrado y respetuoso que caracteriza a la prensa mexiquense, está permitiendo hacer estensivas sus propuestas entre la población, para que tenga elementos suficientes para tomar su decisión y externaron el 4 de junio en las urnas.


A ambas contendientes pedimos aquilatar la valía del periodismo para la democracia, procurar la apertura y el trato digno a las y los periodistas para entables un diálogo amplio y permanente con la seguridad que desde este frente, cumpliremos con nuestra misión y principios, para que el estado con todas sus complejidades, encuentre en el periodismo cada vez mejores fuentes para nutrir la inteligencia social y fortalezca la participación en la democracia.


¡Muchas Gracias!


¡Que viva el Ilustrador Nacional!
¡Que viva el periodismo mexiquense!


¡Qué viva nuestro Estado de México!