Ojalá
Por @Oscarglenn
Tras el escándalo ocurrido por el plagio de tesis en que presuntamente habría incurrido la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, para obtener el título de licenciatura de Derecho, en 1897 en la FES Aragón, la Rectoría de la UNAM reconoció desde el 31 de diciembre del año pasado que hay un nivel de coincidencias entre las tesis objeto de revisión, superior al 90 por ciento, lo que hace evidente la existencia de un plagio, presumiendo con base en sus archivos que la tesis original fue la sustentada en 1986 por el abogado Edgar Ulises Báez Gutiérrez.
Prometieron ante el intento de defensa de la ministra, que recabarían información adicional para profundizar en el análisis y convocarían a una próxima sesión para continuar con su trabajo, allegándose de las opiniones técnicas que requieran, además de analizar la actuación de la Directora de ambas tesis, en estricto apego a la normatividad universitaria.
Aseguró asimismo el Rector Enrique Graue, que honrarían en el esclarecimiento del caso, el prestigio, la honorabilidad y la confianza que la Universidad Nacional Autónoma de México, sin permitir que se vulneraran por “disputas ajenas”, lo que sea que eso signifique.
Apenas el viernes pasado, reafirmando la presunción que un posible plagio, la institución informó que adoptaría un conjunto de acciones para prevenir la repetición de plagios de tesis profesionales y de grado en UNAM; sus facultades y escuelas analizarán y, en su caso reformarán, los reglamentos de exámenes profesionales y titulación para incluir la revisión del borrador de la tesis a través de programas de cómputo especializados en la detección de plagio, como requisito previo a la autorización del sínodo para presentar el examen profesional e igualmente lo harían en los programas de posgrado que aún no utilizan estos programas.
Retomando el análisis del caso, el nuevo Consejo Técnico de la Facultad de Derecho sesionó este 9 de enero y decidió por unanimidad convocar a la comisión de ética y a cinco consejeros técnicos para que desahoguen y definan con celeridad el procedimiento disciplinario al que será sujeta la profesora Martha Rodríguez, Directora de las Tesis, que ha motivado todo este escándalo. Vale señalar que dicha profesora, desde hace siete años ya no labora en dicha institución, pero a ella se enfilan las baterías.
Esta resolución genera al momento decepción, pues no parece haber mayor interés o prisa por especificar el plagio y la persona beneficiaria del mismo, ni las consecuencias que tendría confirmarlo, lo cual para nada ayuda a preservar la confianza en la institución. Si desde la Presidencia de la República se minimizó el tema estableciendo comparaciones y remembranzas inverosímiles, y la mayor consecuencia ha sido que se haya truncado la aspiración de Jasmín Esquivel de presidir la Suprema Corte de Justicia de Nación, aún queda a deber la UNAM, ojalá lo tengan muy claro y completen pronto su trabajo.
Por @Oscarglenn
Tras el escándalo ocurrido por el plagio de tesis en que presuntamente habría incurrido la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, para obtener el título de licenciatura de Derecho, en 1897 en la FES Aragón, la Rectoría de la UNAM reconoció desde el 31 de diciembre del año pasado que hay un nivel de coincidencias entre las tesis objeto de revisión, superior al 90 por ciento, lo que hace evidente la existencia de un plagio, presumiendo con base en sus archivos que la tesis original fue la sustentada en 1986 por el abogado Edgar Ulises Báez Gutiérrez.
Prometieron ante el intento de defensa de la ministra, que recabarían información adicional para profundizar en el análisis y convocarían a una próxima sesión para continuar con su trabajo, allegándose de las opiniones técnicas que requieran, además de analizar la actuación de la Directora de ambas tesis, en estricto apego a la normatividad universitaria.
Aseguró asimismo el Rector Enrique Graue, que honrarían en el esclarecimiento del caso, el prestigio, la honorabilidad y la confianza que la Universidad Nacional Autónoma de México, sin permitir que se vulneraran por “disputas ajenas”, lo que sea que eso signifique.
Apenas el viernes pasado, reafirmando la presunción que un posible plagio, la institución informó que adoptaría un conjunto de acciones para prevenir la repetición de plagios de tesis profesionales y de grado en UNAM; sus facultades y escuelas analizarán y, en su caso reformarán, los reglamentos de exámenes profesionales y titulación para incluir la revisión del borrador de la tesis a través de programas de cómputo especializados en la detección de plagio, como requisito previo a la autorización del sínodo para presentar el examen profesional e igualmente lo harían en los programas de posgrado que aún no utilizan estos programas.
Retomando el análisis del caso, el nuevo Consejo Técnico de la Facultad de Derecho sesionó este 9 de enero y decidió por unanimidad convocar a la comisión de ética y a cinco consejeros técnicos para que desahoguen y definan con celeridad el procedimiento disciplinario al que será sujeta la profesora Martha Rodríguez, Directora de las Tesis, que ha motivado todo este escándalo. Vale señalar que dicha profesora, desde hace siete años ya no labora en dicha institución, pero a ella se enfilan las baterías.
Esta resolución genera al momento decepción, pues no parece haber mayor interés o prisa por especificar el plagio y la persona beneficiaria del mismo, ni las consecuencias que tendría confirmarlo, lo cual para nada ayuda a preservar la confianza en la institución. Si desde la Presidencia de la República se minimizó el tema estableciendo comparaciones y remembranzas inverosímiles, y la mayor consecuencia ha sido que se haya truncado la aspiración de Jasmín Esquivel de presidir la Suprema Corte de Justicia de Nación, aún queda a deber la UNAM, ojalá lo tengan muy claro y completen pronto su trabajo.
