El automóvil es considerado como la única obra de arte en el mundo producida en serie y es, quizá, el mejor ejemplo para entender la evolución histórica de la ingeniería y la tecnología de un país, por lo que se busca que los asistentes vean los vehículos históricos no sólo como un medio de transporte, sino como una parte importante del patrimonio cultural de la civilización.
Así, a través del Salón del Automóvil Historia y Cultura 2018 se protege y promueve esta nueva forma de mirar al pasado y va de la mano con la evolución de la industria automotriz en el Estado de México, basta con señalar la infinidad de empresas de este ramo en su territorio, donde destaca Toluca en la que, de acuerdo a los organizadores, hay cultura, innovación, tradición y grandes precursores del automovilismo deportivo y de colección.