Las lluvias que comenzaron a registrarse en los últimos días en el norte del Estado de México, especialmente en los municipios de Acambay, Temascalcingo y Aculco, han traído alivio a comunidades rurales y zonas forestales que venían enfrentando condiciones críticas por la sequía y los incendios.
Brigadistas locales confirmaron que varios de los incendios que persistían en áreas boscosas de estos municipios han sido controlados o extinguidos gracias a la humedad generada por las precipitaciones recientes.
“Las lluvias han sido clave para sofocar puntos de calor activos que mantenían riesgo de propagación. Además, ayudan a recuperar paulatinamente la humedad del suelo y la vegetación”, explicó Alejandro López coordinador de brigadas comunitarias en Aculco.
Según datos del Monitor de Sequía de México, Acambay y Temascalcingo permanecían en una condición de sequía moderada, con afectaciones en cultivos de temporal, cuerpos de agua y zonas forestales propensas al fuego.
La llegada de lluvias no solo reduce el riesgo inmediato de incendios, sino que comienza a restaurar el equilibrio hídrico del ecosistema.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), las lluvias tempranas tras un periodo de incendios ayudan a disminuir la temperatura superficial del suelo, promueven la germinación de semillas y aceleran la recuperación de la vegetación, siempre que la intensidad de la lluvia no provoque erosión.
Ejidatarios expresaron su esperanza de que las lluvias no se interrumpan en las próximas semanas, pues consideran que una temporada estable favorecería la filtración al subsuelo en zonas boscosas, beneficiaría a los campos agrícolas y permitiría la recarga natural de manantiales, presas y ríos.
“La lluvia es vida, nos da esperanza de que el campo se recupere”, compartió don Margarito, agricultor de San Pedro de los Metates, en Acambay.
En tanto comisiones de medio ambiente llaman a mantener la vigilancia en las zonas afectadas y evitar quemas agrícolas durante esta transición climática, a fin de aprovechar al máximo los beneficios de la lluvia sin generar nuevos riesgos.