Opiniones

INOCENCIAS PERDIDAS

INOCENCIAS PERDIDAS

La opinión de @vallesvanessa

Si cuidáramos a nuestros niños y niñas, el mundo sería mejor. Lamentablemente no lo hemos hecho y no lo estamos haciendo; como sociedad estamos pagando el precio y ahora mismo le cuento a usted por qué.

La noticia más reciente que como sociedad nos consternó fue el multihomicidio de los niños asesinados en la comunidad Uvalde, en Texas, EE.UU. nos llena de terror por que el ataque fue contra niños que estaban dentro de su escuela tomando su clase de historia, de valores, de matemáticas, incluso algunos de ellos acaban de ser reconocidos con un diploma por su desempeño académico y un par de horas después estaban muertos. ¿Lamentable no?

Sin embargo explotación sexual, laboral, violaciones, golpes, torturas y un sinfín de acciones aberrantes viven millones de niños en el mundo, en nuestro país, en nuestra colonia y lejos de ir deteniendo estas acciones, cada día nos enteramos de algo que supera el evento anterior.

¿Qué pide un niño de este país o de cualquier otra parte del mundo? Un niño solo quiere recibir amor, cuidados y jugar. Es tan fácil hacerlos sonreír, pero también tan fácil romperlos, borrarles las sonrisa y robarles su inocencia.

De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares que realiza el INEGI. En México, 6 de cada 10 niños han sufrido algún tipo de agresión en su casa, la escuela, las calles, espacios comunitarios y ahora hasta en el ciberespacio.
Esta violencia proviene tanto de personas cercanas, familiares y amistades, como de personas desconocidas; por su parte Save the Children alerta que diariamente siete menores son víctimas de homicidio. Además la Fiscalía General de la República reportó en el año 2020 México ocupaba el primer lugar en difusión de pornografía infantil a nivel mundial y es el segundo en turismo sexual infantil.

Como sociedad nos hemos vuelto fríos ante los niños que tienen hambre, que tienen frío. ¿Por qué nos está dejando de importar? ¿Por qué esa indiferencia?

Un niño no puede concebir ni entender que sucede cuando lo lastiman, no comprende porque lo agreden, porque tiene miedo, porque se siente triste. ¿Pero saben? Cuando él o ella crezca, comenzará a entender, (aunque no comprender) que fue una víctima de personas que en lugar de protegerlo lo lastimaron, es entonces que el niño roto y lastimado ocasionara el mismo o peor aún más daño de lo que él sufrió.

Dice un proverbio africano “El niño que no sea abrazado por su tribu, cuando sea adulto, quemará la aldea para poder sentir su calor". Y ahora muchos de nosotros ya lo estamos viendo.

Hoy el llamado es a los padres de familia, a la sociedad, al gobierno, a todos nosotros para que cuidemos a los niños, porque todos esos niños son de nosotros y somos responsables de ellos, ya que si queremos tener un mejor mundo hay que protegerlos, educarlos, respetarlos y amarlos. No olvidemos que ellos son el futuro y quienes serán los encargados de después cuidarnos. Estamos en la construcción del futuro arquitecto, del policía, del doctor, de una abogada, albañil, ingeniera, técnico, científico, soldado o del terrorista, narcomenudista, del violador, del asesino o del traficante que nos matará.