Mujer y Familia

Es un asunto de justicia, volver la mirada a la mujer rural

Es un asunto de justicia, volver la mirada a la mujer rural

Se reconoce que la igualdad y no discriminación aún no llegan al campo mexicano.

El avance las mujeres es un proceso en el que ninguna debe quedarse atrás, afirmó la Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa, quien afirmó que para lograrlo, es fundamental la suma de esfuerzos en los ámbitos de las políticas públicas, medidas legislativas, acciones afirmativas que rompan las brechas de desigualdad y la protección jurídica.

Al participar como invitada de honor en el Conversatorio “La Mujer en los Datos del Campo Mexicano”, convocado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, y los Tribunales Agrarios, sostuvo que debe volverse la mirada a la mujer rural, por largo tiempo invisibilizada, como un asunto de justicia, pues se trata de mujeres viven factores adicionales de desigualdad y discriminación.

“Diseñar políticas públicas, legislar y juzgar con perspectiva de género nos ha exigido reconocer la realidad de discriminación y desigualdad de la mujer”, señaló, y refirió los compromisos del Estado mexicano firmados en la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que de forma transversal buscan la igualdad de género, así como asegurar la participación de las mujeres en igualdad, en todos los niveles de la política, en el ámbito económico y público, e impulsar reformas que les otorguen igualdad para acceder a los recursos económicos, a la propiedad y control de la tierra.

Yasmín Esquivel subrayó en este sentido, que la SCJN hace lo propio al juzgar con perspectiva de género, y fortaleciendo criterios encaminados a la transformación de la realidad de las mujeres, pues -reconoció- no obstante los avances, la igualdad y nos discriminación aún no llegan al campo.

Finalmente, al cuestionar las razones por las que las mujeres del campo no tienen acceso a la participación en las decisiones y liderazgos en los órganos ejidales, si ya tienen acceso a la propiedad de la tierra, sostuvo que ello, al igual que la paridad en el ámbito político, no es una concesión, sino un derecho, porque la igualdad es “con todas o no es”.