- Para mil 800 millones de personas en el mundo, el 2021 fue el año más caluroso: Paulina Ordóñez Pérez.
- Adaptarnos a este fenómeno requiere integrar la academia y la protección civil, opinó Alejandro Jaramillo Moreno.
- Adaptarnos a este fenómeno requiere integrar la academia y la protección civil, opinó Alejandro Jaramillo Moreno.
El 2021 fue el sexto año más caluroso a nivel global, con un aumento de 1.1 a 1.2 grados centígrados con respecto al periodo preindustrial. Ocho de los diez años más cálidos han ocurrido en la última década y hay estimaciones de que la temperatura aumentará a 1.5 grados centígrados para inicios de 2030 y a dos grados para 2040 en el planeta (con respecto a principios del siglo pasado), prevén expertos de la UNAM.
“Nuestro país se calienta más rápido que el promedio global. De hecho, en el 2020, que ha sido el año más caliente que hemos registrado, rebasamos los 1.5 grados y estuvimos por arriba de 1.6. Esto se debe a la variabilidad natural y a la tendencia de calentamiento”, alertó el coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM, Francisco Estrada Porrúa.
Durante una conferencia de prensa vía remota, compartió que de 1975 a la fecha, nuestro país se ha calentando aproximadamente 0.3 grados por década, lo que es alto en comparación con otras regiones del planeta. El calentamiento es heterogéneo: mientras que en el centro y gran parte del país está alrededor de dos grados por siglo, hay regiones en el norte que han alcanzado tendencias de hasta seis.
El especialista advirtió que, bajo un escenario de inacción, los retos del cambio climático para México serían enormes. “Los costos acumulados durante este siglo serían comparables a perder entre el 50 por ciento y hasta más de cuatro o cinco veces el producto interno bruto actual”.
Para el 2070 se podrían alcanzar aumentos mayores a cuatro grados en la temperatura anual en algunas partes, se estima que los ecosistemas difícilmente podrían adaptarse a este cambio. “Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey tendrán pérdidas económicas por cambio climático que podrían rebasar mil millones de dólares anuales en esta década de 2020”.
Para el caso de la agricultura se prevén reducciones en rendimientos de cinco a 20 por ciento en las próximas dos décadas, y de hasta 80 por ciento a finales del siglo para algunos cultivos y entidades. “Los estados con mayor aptitud actualmente para maíz de temporal podrían perder, a finales de siglo, entre un 30 y un 40 por ciento en rendimientos”.
En tanto, Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí tendrán los mayores niveles de riesgo por inundación fluvial, así como estados del centro del país.
Durante su participación, la investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) Paulina Ordóñez Pérez, explicó que los últimos ocho años han sido los más calientes a nivel global, y se observa que el planeta se acerca peligrosamente a los 1.5 grados centígrados, respecto a los niveles preindustriales. ¿Por qué decimos que esto es peligroso?
Pues hemos recopilado numerosas evidencias científicas que nos dicen que este aumento de 1.5 grados rebasa un límite seguro para el planeta, porque a partir de allí los riesgos se incrementarán.
Señaló que lamentablemente, a nivel global nos estamos alejando de predicciones positivas, como las del Acuerdo de París. “El cambio climático afecta ya todas las regiones del planeta, de manera más intensa en las zonas continentales del hemisferio norte, y de manera global más de mil 800 millones de personas han padecido como el año más caluroso al 2021”.
Manifestó que vivimos en una alerta roja para la humanidad. 2021 ha dejado numerosas muertes y pérdidas derivadas de eventos climáticos extremos.
Por otra parte, el también investigador del ICAyCC, Alejandro Jaramillo Moreno, compartió que a la intensa actividad antropogénica que ocasiona el cambio climático, se suman fenómenos naturales como El Niño y La Niña, que son calentamientos (el primero) o enfriamientos (la segunda) anómalos del Océano Pacífico con impacto en el clima global. Tienen oscilaciones y se presentan algunos años y otros no, pero también tienen repercusiones a nivel planetario y regional.
Ante estas situaciones los expertos proponen integrar la academia y la protección civil, que la sociedad esté preparada para enfrentarlos.
Otra sugerencia es lograr la transición energética hacia energías renovables, e incrementar las inversiones en ciencia y tecnología de esta disciplina.
Asimismo, consumir menos como individuos y lograr un cambio en el modelo social, mantener el suelo de conservación para proteger los acuíferos, incrementar en las ciudades superficies y azoteas verdes, así como modificar los pavimentos hacia materiales permeables que permitan el paso del agua.
“Nuestro país se calienta más rápido que el promedio global. De hecho, en el 2020, que ha sido el año más caliente que hemos registrado, rebasamos los 1.5 grados y estuvimos por arriba de 1.6. Esto se debe a la variabilidad natural y a la tendencia de calentamiento”, alertó el coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM, Francisco Estrada Porrúa.
Durante una conferencia de prensa vía remota, compartió que de 1975 a la fecha, nuestro país se ha calentando aproximadamente 0.3 grados por década, lo que es alto en comparación con otras regiones del planeta. El calentamiento es heterogéneo: mientras que en el centro y gran parte del país está alrededor de dos grados por siglo, hay regiones en el norte que han alcanzado tendencias de hasta seis.
El especialista advirtió que, bajo un escenario de inacción, los retos del cambio climático para México serían enormes. “Los costos acumulados durante este siglo serían comparables a perder entre el 50 por ciento y hasta más de cuatro o cinco veces el producto interno bruto actual”.
Para el 2070 se podrían alcanzar aumentos mayores a cuatro grados en la temperatura anual en algunas partes, se estima que los ecosistemas difícilmente podrían adaptarse a este cambio. “Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey tendrán pérdidas económicas por cambio climático que podrían rebasar mil millones de dólares anuales en esta década de 2020”.
Para el caso de la agricultura se prevén reducciones en rendimientos de cinco a 20 por ciento en las próximas dos décadas, y de hasta 80 por ciento a finales del siglo para algunos cultivos y entidades. “Los estados con mayor aptitud actualmente para maíz de temporal podrían perder, a finales de siglo, entre un 30 y un 40 por ciento en rendimientos”.
En tanto, Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí tendrán los mayores niveles de riesgo por inundación fluvial, así como estados del centro del país.
Durante su participación, la investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) Paulina Ordóñez Pérez, explicó que los últimos ocho años han sido los más calientes a nivel global, y se observa que el planeta se acerca peligrosamente a los 1.5 grados centígrados, respecto a los niveles preindustriales. ¿Por qué decimos que esto es peligroso?
Pues hemos recopilado numerosas evidencias científicas que nos dicen que este aumento de 1.5 grados rebasa un límite seguro para el planeta, porque a partir de allí los riesgos se incrementarán.
Señaló que lamentablemente, a nivel global nos estamos alejando de predicciones positivas, como las del Acuerdo de París. “El cambio climático afecta ya todas las regiones del planeta, de manera más intensa en las zonas continentales del hemisferio norte, y de manera global más de mil 800 millones de personas han padecido como el año más caluroso al 2021”.
Manifestó que vivimos en una alerta roja para la humanidad. 2021 ha dejado numerosas muertes y pérdidas derivadas de eventos climáticos extremos.
Por otra parte, el también investigador del ICAyCC, Alejandro Jaramillo Moreno, compartió que a la intensa actividad antropogénica que ocasiona el cambio climático, se suman fenómenos naturales como El Niño y La Niña, que son calentamientos (el primero) o enfriamientos (la segunda) anómalos del Océano Pacífico con impacto en el clima global. Tienen oscilaciones y se presentan algunos años y otros no, pero también tienen repercusiones a nivel planetario y regional.
Ante estas situaciones los expertos proponen integrar la academia y la protección civil, que la sociedad esté preparada para enfrentarlos.
Otra sugerencia es lograr la transición energética hacia energías renovables, e incrementar las inversiones en ciencia y tecnología de esta disciplina.
Asimismo, consumir menos como individuos y lograr un cambio en el modelo social, mantener el suelo de conservación para proteger los acuíferos, incrementar en las ciudades superficies y azoteas verdes, así como modificar los pavimentos hacia materiales permeables que permitan el paso del agua.
