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Municipios con muchas “incumbencias” y poco presupuesto

Municipios con muchas “incumbencias” y poco presupuesto

Gobernar un municipio es hacer políticamente posible lo técnicamente necesario.

Como cada año, los cabildos definirán en que, cuando y donde se van a invertir los recursos disponibles en el Presupuesto de Egresos. Habrá muchas discusiones para tratar de llegar a un presupuesto equilibrado, que es la aspiración de todo alcalde, sin embargo, una importante corriente insistirá en atender solo temas derivados del cumplimiento de los servicios públicos que tienen a su cargo los ayuntamientos por mandato constitucional, entre ellos: agua, recolección de basura, panteones, desarrollo urbano, entre otros.


De triunfar este criterio, nadie podrá decir que los ediles están haciendo un mal trabajo, pues estarán cumpliendo con el marco normativo establecido desde hace 100 años, que desgraciadamente era el adecuado para los municipios de esa época.


Hay otro camino para llegar a un presupuesto equilibrado, tiene que ver con atender también las “incumbencias municipales”, es decir, aquellas responsabilidades que, aunque ciertamente no están en el marco normativo, la población exige la intervención del alcalde para solucionarlas, entre ellas están: la educación, el desarrollo social, la gestión de obras estatales y federales, entre otras.


Para atender tanto atribuciones como incumbencias hay una columna vertebral de organización de la gestión municipal que se aplica en muchos lugares del mundo, y consiste en dividir las tareas del ayuntamiento en cuatro grandes temas:


1. Desarrollo institucional para un buen gobierno.


2. Desarrollo económico sostenible.


3. Desarrollo social incluyente.


4. Desarrollo ambiental sostenible.


Este radar de temas permite cumplir con las 39 incumbencias que tiene el gobierno municipal, incluyendo marco normativo; también es un excelente mecanismo para incorporar la gestión de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU.


Un presupuesto equilibrado entiende perfectamente la diferencia entre presupuestar y gastar, lo primero tiene que ver con saber en qué se va a invertir el dinero, por ello es importante tener un mapa que permita gobernar con equidad, en el entendido de no puede haber buenos proyectos de desarrollo social y pésimas ventanillas de atención a los comerciantes, pues se trata de gobernar para todos.


El mejor ayuntamiento no es el que destina la mayor parte de su presupuesto a seguridad pública, sí lo es aquel que destina una partida presupuestal para contratar y capacitar elementos, pero también logra que el estado ayude en la certificación de controles de confianza, y logra también que la federación otorgue recursos para la compra de armamento. De eso se tratan las incumbencias presupuestales.