· Ana Paola Sánchez Serrano subrayó que la infertilidad es un problema de salud
La incidencia del uso de la reproducción asistida ha aumentado a causa del matrimonio a edad más avanzada; se pospone la maternidad, además de concebir un menor número de hijos, el mayor uso de anticonceptivos; al tiempo que se incrementa la exposición a sustancias tóxicas como tabaco, y a enfermedades de transmisión sexual.
Gracias al avance de la ciencia, actualmente se aplican con éxito técnicas de reproducción asistida para ayudar a las parejas que naturalmente no pueden tener hijos, ya sea por su edad o diversos padecimientos.
La infertilidad es un problema de salud pública que atañe a numerosas parejas, varias de ellas buscan a toda costa concebir un bebé. La posibilidad de quedar embarazada en el humano es relativamente baja, de un 20 a 25 por ciento en las parejas sanas, aunque esto se asocia totalmente a la edad. Entre más joven es la pareja mayor es la posibilidad de quedar embarazada.
De 50 al 60 por ciento de casos que no lo consiguen están asociados a problemas de la mujer; de 40 a 50 por ciento al hombre y de cinco a diez por ciento a causas desconocidas, detalló.
Reproducción asistida
Se trata de una rama de la Biología de la reproducción, que a su vez es una subespecialidad de la Ginecología y Obstetricia en Medicina, dijo Sánchez Serrano.
Entre las técnicas más comunes y modernas destacan el coito programado con inducción de ovulación, que busca optimizar ese periodo para programar las relaciones sexuales con el fin de conseguir un embarazo. Se usa principalmente en parejas jóvenes con problemas de infertilidad leves o en quienes quieren una alternativa a las técnicas de reproducción asistida tradicionales.
Otra es la inseminación artificial o intrauterina, consistente en inyectar directamente en el útero una muestra de semen procesado para facilitar la llegada de los espermas al óvulo, para aumentar las probabilidades de fecundidad. Es utilizada frecuentemente cuando el esperma o moco cervical tienen baja calidad, lo que impide el correcto desplazamiento de los espermatozoides.
Se trata de una práctica sencilla en la cual el semen es sometido a un lavado en dónde se escogen los espermas con mayor salud para elevar la tasa de éxito. No se necesita anestesia, es rápido y seguro. Para la utilización de este método el médico debe determinar que al menos una de las trompas sea permeable: es decir, permita el paso de los espermatozoides de forma sencilla, explicó.
La fertilización in vitro es el tratamiento, mediante el cual la fecundación del óvulo no se da dentro del útero materno, sino en el laboratorio por medio de diferentes técnicas.
Se puede llevar a cabo cuando existen diferentes problemas, como cuando en las trompas de Falopio se impide el paso del esperma al óvulo; al haber pocos óvulos disponibles o si la ovulación ocurre en periodos prolongados; por algunos padecimientos que afectan la función ovárica o de trompas; además cuando hay poca presencia de esperma en el semen y su calidad no es la requerida para conseguir la fecundación de forma natural.
Requiere previa estimulación ovárica con medicamentos para promover el desarrollo de los folículos y así conseguir más y mejores óvulos.
La especialista en Biología de la Reproducción aclaró que, antes de seleccionar el procedimiento a aplicar, se debe estudiar cada caso de forma individual y realizar el diagnóstico correcto que indique el método más adecuado para cada pareja.