Con la representación del presidente del Poder Judicial del Estado de México, Sergio Javier Medina Peñaloza, el consejero Sierra Palacios indicó que el Consejo de la Judicatura tiene la confianza de que esta preparación ética marcará la diferencia en el modo de impartir justicia, ya que el curso será de gran utilidad para que los participantes fortalezcan los valores y los principios relativos al ejercicio de la función jurisdiccional.
Ante el director general del Instituto de Promoción y Difusión de la Ética Judicial, Alfonso Velázquez Estrada y los 35 jueces participantes de distintos distritos judiciales del Estado de México, el consejero Joel Sierra destacó que la búsqueda de información de la sociedad ha evolucionado y el Estado, mediante mecanismos legislativos, ha reforzado los canales de acceso a la información
pública, estas condicionantes hacen reflexionar a la sociedad o emitir juicios que pueden trascender en la conciencia libre del juzgador.
En el evento, el director general del Instituto de Promoción y Difusión de la Ética Judicial, Alfonso Velázquez Estrada, explicó que el Plan de Desarrollo Estratégico 2015-20020 del Poder Judicial del Estado de México, ubica a la cultura de la ética judicial como un eje transversal con el que los servidores públicos jurisdiccionales y administrativos adquieren el compromiso de actuar con apego al código de ética.
En este sentido, el consejero Joel Alfonso Sierra Palacios resaltó que existe la percepción social de que las autoridades jurisdiccionales se han corrompido por intereses predominantemente económicos, situación que reclama ser cambiada a una calificación positiva; de ahí el interés del Consejo de la Judicatura para que la preparación ética de los jueces marque la diferencia en el modo de impartir justicia y con su comportamiento ético eleven el respeto y la autoridad moral que siempre ha tenido el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México.
Por su parte, el director general del Instituto de Promoción y Difusión de la Ética Judicial, subrayó que la ética en el servicio público y la ética judicial aplicada, nos llevan con seguridad a una justicia efectiva, cuya potestad de juzgar trasciende a la libertad, el patrimonio de la familia, el honor, la dignidad y los derechos humanos de las personas.