Además, no están permitidos los entierros o la transferencia de los cuerpos.
Esta medida se implementó por órdenes de la Comisión Nacional de Salud.
Hasta el momento las autoridades sanitarias determinaron que los funerales no pueden evitar la propagación del virus, por lo que los cuerpos deberán ser desinfectados y colocados en una bolsa sellada, misma que no se podrán abrir tras las labores de desinfección.
En los últimos datos, aumentó a 360 el número de muertos por esta enfermedad en China y se reportan ya más de 14 mil contagios.