Quizá nadie imaginó que la elección de la próxima Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México, donde compiten de manera inédita solo mujeres, se complicaría tanto como hoy se ve, con los reclamos persistentes por la presunta intromisión y dados cargados desde la oficina del actual Rector, los cuales se dejaron correr peligrosamente.
¿Podrían las autoridades, las contendientes y sus huestes, junto con las consejeras y consejeros universitarios mostrar cuanto aprecian y valoran realmente a la universidad, para buscar un acuerdo que clarifique los términos del proceso de selección, serene los ánimos y evite el descarrilamiento del proceso? Ojalá puedan responder con visión y liderazgo al momento que vive la institución, para darle paso a un mejor porvenir acorde a su razón de ser. Están a tiempo.