Sin prisa o en pausa

Oscar Glenn

Sin prisa o en pausa

Ojalá


Por @OscarGlenn


Aún sin haber recibido la constancia de mayoría, la futura Gobernadora ya se deja ver trabajando y asumiendo el trascendente rol político que le corresponde, con relevancia nacional. Sus decisiones y apariciones mostrarán como va tomando el control y qué cabida tienen las propuestas de sus cercanos.


Enfrente, tras las sumas engañosas de votos recolectados el pasado 4 de junio y la aparición de los líderes nacionales del PRI, PAN y PRD al día siguiente para anunciar que continuarían con su coalición para el 2024, aunque sonara difícil de creer, la buena señal posible para sus huestes era que se podrían estar empezando a preparar para evaluar y enfocar lo necesario para enfrentar los procesos electorales futuros. Que había motivos para seguir trabajando.


Sin embargo, poco se ha visto en el sentido de una evaluación pertinente de la situación, ni de manera particular en cada partido, ni de manera coaligada. Parece que no han superado el shock de la derrota o son tan particulares los intereses y preocupaciones que no logran ponerse de acuerdo para iniciar un proceso de resiliencia en el cual se empiece a trabajar para una nueva contienda que ya inició extraoficialmente y podrían mostrarse más como protagonistas que espectadores.


Tal parece que el primer problema a superar no es la definición de culpables, sino la identificación de liderazgos con suficiente autoridad para conducir este proceso y reorganizar el trabajo, pese a que hablamos de las fuerzas políticas con más historia en el estado y el país. La reaparición de la ex abanderada que no logró el triunfo motivó a pensar que con el apoyo que cosechó en las urnas, no sólo asumirá su responsabilidad en la derrota, sino intentará encabezar la reorganización y puesta a punto para la siguiente contienda, pero nuevamente parece que lo toman con calma y nadie más asume el reto.


Válido sería decir a este respecto que tienen sus propios tiempos y con prisa no tendrán un resultado certero ni tomarían decisiones adecuadas valorando las diferentes expresiones involucradas, de no ser porque el exceso de calma genera desánimo, sobre todo cuando sus contrincantes triunfantes se placean y no pierden tiempo en prepararse, buscando incluso la manera de intensificar sus procesos internos sorteando los tiempos de la Ley Electoral vigente.


¿Será que perdieron los calendarios o perdieron el interés, o perdieron de vista que la contienda del 2024 empezó el 4 de junio y ahí estarán en juego en el estado de México la renovación de los 125 ayuntamientos, las diputaciones locales, federales, las posiciones en el senado y la presidencia de la República? ¿Acaso no se dieron cuenta que prácticamente uno de cada dos mexiquenses no voto y así, casi tres de cada cuatro mexiquenses en posibilidad de votar, no apoyó a la candidata ganadora? ¿Realmente están convencidos todos los integrantes de la coalición de seguir unidos? ¿Seguirán rindiendo pleitesía a símbolos en lugar de ocuparse de la agenda de la sociedad? ¿Habrá alguien que se atreva a desafiar las formas y emprender un nuevo estilo acorde a sus circunstancias?


Ojalá les interese al menos buscar ser una buena oposición mexiquense.