Ojalá que las intenciones y los buenos deseos se volvieran realidad con decretarlos, depositar una fe suprema en ellos o mencionarlos como anhelos un millón de veces. Quizá hay quienes, en el terreno individual, metafísico o invocando a alguna deidad, confían en que ocurrirá, pero tratándose de asuntos públicos, está probado que las cosas no suceden mágicamente.

Difícil pensar que tendremos un sistema de salud pública de gran calidad y cobertura universal como en las naciones más desarrolladas, sólo con grandes y optimistas anuncios o promesas, si no se diseñan políticas, se establecen programas y presupuestos bien controlados, evaluados, se compran medicinas y vacunas oportunamente, en lugar de propiciar subejercicios y reasignaciones presupuestales cuestionables.

No se puede hacer más con menos. Pensar en brindar más atención en salud o educación si no se invierte, se planea y ejecuta conforme a lo que se pretende, es inviable.

Lamentablemente nuestro país está entrampado entre esos sueños necesarios y la incoherencia. Las reasignaciones valdrían para enfrentar contingencias no como una constante, los subejercicios, son de las formas más grotescas de incompetencia, no es dinero ahorrado, son efectos de la falta de habilidad, conocimiento o responsabilidad para emplear el dinero en atender a la gente y cumplir con el deber de la institución o fallas de presupuestación. Lo peor, indolencia.

En la educación superior, hace unos días, Luis Armando González Placencia secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior solicitó a la Secretaría de Educación Pública recursos suficientes para financiar la promesa de hacer gratuita y obligatoria la educación superior en las universidades públicas del país, para lo cual estiman que se requiere aumentar su presupuesto cuando menos en 13 mil millones de pesos por año, para que dejen de cobrar cuotas e inscripciones. Ojalá.

El pasado 8 de febrero, atendiendo un amparo de la organización Mexicanos Primero, la Jueza Séptima de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México ordenó al ejecutivo federal no limitar los recursos destinados al servicio de horario extendido en las reglas de operación del programa "La Escuela es Nuestra" para el 2023, pues establecieron que las escuelas beneficiadas sólo podrían usar el 21 por ciento de los recursos que reciben para ampliar su horario, lo cual hace prácticamente imposible pagar a los profesores por el tiempo adicional, violando en consecuencia los derechos de niñas, niños y adolescentes a la Educación.

El asunto sigue en vilo, pues la SEP se inconformó con la decisión de la Jueza e interpuso un recurso de queja en contra de la admisión de la demanda; con lo que continúan dedicando más recursos y energía a tratar de defender su decisión en lugar de buscar como aplicar el horario extendido en la totalidad o la mayoría de las escuelas para abatir, por ejemplo, los rezagos provocados por la pandemia. ¿De plano es muy difícil?. ¿Cuál es el propósito? ¿Hacia dónde vamos? ¿Lo aceptarán algún día?

PROVOCACIONES

#Suspicacia: ¿Será que quienes más extrañaron al Gobernador mexiquense acompañando a la precandidata tricolor, fueron sus adversarios?

#Ímpetu: Terminaron las precampañas y las aspirantes de las opciones conocidas, acabaron por coincidir en auto asumirse como impulsoras de un movimiento “que ya nadie lo para”. ¿se les acabaron las palabras o las ideas a sus asesores? ¿A dónde vamos a parar entonces?

#Suspenso. Cerca de 50 denuncias por faltas a la legislación electoral que se generaron en el periodo de precampaña está procesando el árbitro electoral. Ojo que quizá, éste si pudiera pararlas, aunque se vea remoto.