Cambio de opinión

Oscar Glenn

Cambio de opinión

OJALÁ

POR @OSCARGLENN

Cambiar de opinión para justificar que no se cumple lo que se promete, aun cuando se tiene todo el poder y se intenta justificar lo que se hace irremediablemente en sustitución de lo prometido, suena más a perifraseo de la incompetencia y evidencia que no se sabía con precisión el reto que se enfrentaba ni se planeó cómo conseguirlo y sólo se tenían ganas, pero no pericia, para lograr resultados, máxime cuando se está dispuesto a hacer lo que se encuentre más a modo, aunque sea precisamente eso que tanto se criticó.

Así resulta el cambio de opinión finalmente reconocido por el Presidente la semana pasada, respecto a la idea que como candidato tanto pregonó de devolver el ejército a los cuárteles, misma que desechó desde sus primeros días -aunque no lo aceptaba- para exaltar como constante en su gobierno, la mayor participación de militares en diversas actividades públicas, como si fueran los únicos honorables y los más eficaces en este país.

El prestigio de las fuerzas armadas, su marcialidad, disciplina y honorabilidad para el desarrollo de las funciones que le son naturales, no se ponen en tela de juicio, aunque como prácticamente todo en la vida, existan casos de abusos y corrupción documentados a lo largo de la historia. Pero no son la panacea.

La clave es que este gobierno reconoce que no tenía idea de lo que requería para resolver el problema de la inseguridad y el crimen que eran y siguen siendo las mayores preocupaciones de la sociedad mexicana y ahora lo más que tienen es fe en que darle más atribuciones al Ejército, para que permanezca en labores de seguridad pública, disfrazado de Guardia Nacional, puede ser el remedio a nuestros problemas, ignorando de un plumazo el mandato constitucional y convenciones internacionales que se atraviesen y los riesgos futuros que esto entraña con tanto poder, simplemente con más fe en que serán infalibles e incorruptibles. Ojalá que no tengan que arrepentirse. Más valdría que ni siquiera lo pusieran a prueba.

Así otro eslabón en la cadena de promesas incumplidas sustituidas por improvisaciones en este gobierno impetuoso mas que talentoso y respetuoso de la ley. La guardia Nacional bajo el mando de la SEDENA como lo aprobaron por mayoría diputados y senadores intenta legalizar que la falta de previsión se suplante con autoritarismo e indiferencia a la Ley y así una vez más esta decisión abrupta deberá ser llevada al análisis de la Suprema Corte donde ya saben que se exponen al escarnio público si se atreven a llevarle la contraria a los designios del mandatario.

Cuesta trabajo entender que un hombre tan obstinado como el Presidente haya cambiado de opinión en algo tan delicado que parecía parte de sus fundamentales, ¿sólo lo decía por ganar la contienda y nunca lo creyó? ¿o nunca supo lo que implicaba? ¿Qué le habrán dicho desde la primera reunión que tuvo con los mandos militares a minutos de la toma de protesta, para empezar a desactivar uno de sus discursos más enérgicos? Hoy irremediablemente nos lo volvemos a preguntar.

Estando las cosas como están, dos cosas suenan necesarias en paralelo para que no se pierda más la brújula: La controversia bien armada del PAN respecto a las reformas que mandan la Guardia Nacional al mando de la SEDENA y una discusión profunda de la propuesta para extender el plazo de presencia de militares en la guardia nacional, evaluando rigurosamente los resultados que han tenido y lo que se ha trabajado para tener una guardia civil. Creo que ambas cosas hacen falta y se complementan. Que hoy se discuta es prueba que aún se pueden preservar equilibrios.

PROVOCACIONES
#Porras: Con tantos elogios del Gobernador en su quinto informe de resultados para el Presidente de México como gran benefactor del estado y a la jefa de Gobierno de la ciudad de México, como una visionaria y espléndida gobernante; buen reto le dejan a los estrategas priistas que en 2023 deberán contradecir al mandatario, contrastar, diferenciarse y generar mejor percepción para intentar extender el priato. Veremos qué se les ocurre.