Según las autoridades educativas esto nació a partir de la creciente demanda de perros entrenados para detectar amenazas a la seguridad y ayudar a los militares en su regreso de misiones en Irak y Afganistán.
Nick Hof, presidente de la Asociación de Entrenadores Profesionales de Perros, expuso que es la primera licenciatura de este tipo en una universidad importante, pues a pesar de que varias instituciones entregan certificados de entrenamiento, el programa de Cobleskill es más ambicioso en su alcance.
La idea es preparar a personas para criar y entrenar a perros que trabajarán para ayudar a las personas que padecen estrés postraumático o una movilidad limitada, a la gente con autismo, trastornos convulsivos, diabetes, problemas de visión o audición y una gran variedad de otros padecimientos.
Además, de que las agencias del orden público también necesitan perros que puedan detectar drogas o ayudar en las labores de búsqueda y rescate.
Con información de: Excélsior.