El proceso, indican los expertos fue mediante, una pequeña biopsia de tejido graso del paciente, quitando todas las células y separándolas del colágeno, biomateriales, para que sean células madre, luego células cardiacas y células de vasos sanguíneos.
Después, se procesan para convertirlos en bio-tinta, que permitirá imprimir las células vivas, el producto resultante de todo esto, es un corazón de unos 3 centímetros, equivalente al tamaño del de una rata o un conejo, algo que definen los investigadores como básico, pues indican que las células pueden contraer, pero el corazón completo no bombea, sin embargo la idea y tarea es buscar su maduración de modo que pueda bombear sangre y asimismo pueda aumentar su tamaño.
Con información de: Excélsior.