El académico universitario consideró que a pesar del cambio de gobierno federal, las expectativas a nivel macroeconómico prevén un crecimiento similar al de los últimos 30 años, con el objetivo de la actual administración de sentar las bases para en un mediano plazo alcanzar hasta 4 por ciento.
Puntualizó que acciones como la cancelación de la construcción del aeropuerto en Texcoco y el desabasto de combustible no tendrán implicaciones contundentes en los pronósticos del Banco Mundial para alcanzar el crecimiento programado.
"El gran reto del nuevo gobierno es el crecimiento sin inflación, para lo cual es fundamental la inversión, tanto pública como privada. La economía puede crecer por consumo, por gasto público, es decir, el gasto del gobierno, que dinamiza el sector externo, mediante exportaciones o crecimiento de inversión".
Leobardo de Jesús Almonte sostuvo que la economía mexicana debería generar alrededor de 1.2 millones de empleos; sin embargo, ronda el promedio anual de 600 mil. "De ahí la necesidad de crecer alrededor de 4 por ciento, lo que permitirá percibir los beneficios en empleo y los bolsillos de las familias mexicanas.
El nuevo gobierno de México, aseveró, tomó un país que a partir de la crisis económica de 1982 tuvo un crecimiento anual de 2 por ciento, mientras que anteriormente alcanzaba hasta 6 por ciento.
Finalmente, Leobardo de Jesús Almonte señaló que la corrupción existente al interior de las instituciones pública merma el crecimiento económico, así que uno de los retos de la nueva administración federal es combatir este fenómeno, con la finalidad de cumplir sus objetivos.