El triunfo de Fátima Bosch en Miss Universo 2025, que dio a México su cuarta corona, desató una controversia que alcanzó a Petróleos Mexicanos luego de que se señalaron posibles conflictos de interés entre la organización del certamen y el entorno familiar de la ganadora. La polémica inició cuando el exjurado Omar Harfouch renunció durante la competencia y calificó a Bosch como “falsa ganadora”, al denunciar una presunta “votación secreta” para preseleccionar a finalistas y un supuesto favoritismo hacia la mexicana.
El exjurado también afirmó que Raúl Rocha Cantú, copropietario de Miss Universo, mantiene vínculos con Bernardo Bosch Hernández, padre de Fátima y funcionario de Pemex Exploración y Producción. El debate escaló cuando circularon publicaciones internas en redes institucionales donde personal de la petrolera felicitó a la nueva Miss Universo, señalándola como hija de un trabajador de la empresa. Paralelamente se difundió información sobre contratos adjudicados en 2023 a empresas relacionadas con Rocha Cantú, lo que incrementó las especulaciones.
En respuesta, Pemex emitió un comunicado para negar cualquier relación entre el triunfo de Bosch y los contratos asignados al empresario. La institución aclaró que firmó un contrato por 11 meses con un consorcio integrado por Servicios PJP4 de México y Soluciones Gasíferas del Sur en febrero de 2023, pero actualmente no mantiene relación contractual con dichas compañías. Subrayó además que no tiene injerencia en las decisiones del certamen Miss Universo y que las felicitaciones difundidas provinieron del entusiasmo popular tras la victoria de la mexicana.