Con la participación de alrededor de mil 500 personas y la exigencia de seguridad y justicia, este 15 de noviembre en Toluca se replicó la movilización nacional convocada tras el asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, ocurrido el pasado 1 de noviembre.
El grupo que portó prendas blancas y sombreros, exigió un alto a la violencia en el país y planteó que el problema requiere respuestas inmediatas de los gobiernos federal, estatal y municipal.
El recorrido inició a las 10 de la mañana en el monumento al Águila sobre Paseo Colón, avanzó por José Vicente Villada, continuó por avenida Hidalgo y siguió hacia Rayón antes de ingresar a la calle Lerdo, donde el contingente se detuvo frente al Palacio de Gobierno del Estado de México.
Durante el trayecto se reiteró que la creciente incidencia delictiva afecta a todas las regiones y demanda decisiones firmes, además de que cuestionaron que esta movilización fuera descalificada como una acción impulsada por grupos políticos y afirmaron que su presencia obedeció a experiencias personales relacionadas con la inseguridad.
“Nos convocamos porque vivimos con miedo, porque conocemos personas afectadas por delitos y porque queremos que el gobierno federal, el estatal y el municipal asuman su responsabilidad. Esta no es una marcha de partidos, es una marcha de gente que busca condiciones de seguridad”.
Otro segmento del contingente señaló su desacuerdo con las críticas que circularon en redes sociales sobre la movilización.
A esta movilización se integraron jóvenes que respondieron al llamado de la llamada “marcha generación Z”, quienes colocaron el énfasis en la necesidad de construir un país más seguro y con instituciones capaces de atender la violencia, presencia qué reforzó la demanda de replantear la estrategia de seguridad y de fortalecer rutas de prevención en escuelas, espacios públicos y centros laborales.
Tras una serie de consignas frente a Palacio de Gobierno mexiquense, las y los participantes reclamaron también frente a las sedes del Congreso del Estado de México, el Ayuntamiento de Toluca y el Poder Judicial.
El contingente se disolvió alrededor del mediodía con la advertencia de que la falta de atención a la ciudadanía se sancionará con votos, independientemente del partido que gobierne.
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