José Ramón López Beltrán, hijo mayor del expresidente Andrés Manuel López Obrador, negó señalamientos sobre presuntas actividades ilícitas y afirmó que su reputación se ha construido con años de trabajo e integridad. A través de un comunicado en redes sociales, advirtió que no permitirá que su nombre ni el de su familia sean utilizados con fines políticos.
La declaración surge después de que legisladores del PAN ampliaron una denuncia en su contra, así como contra su hermano Gonzalo Alfonso López Beltrán y Salvador Camargo Viveros, a quienes relacionan con delitos como conspiración, delincuencia organizada, tráfico de hidrocarburos y contrabando.
López Beltrán consideró que estas acusaciones tienen la intención de dañar la imagen de su familia y rechazó cualquier vínculo con actividades ilegales. Sostuvo que los ataques responden a intereses ajenos y buscan golpear políticamente al movimiento al que pertenece.
El caso se enmarca en una serie de señalamientos opositores sobre un presunto tráfico de influencias en torno a los hijos del exmandatario, lo que ha generado un nuevo episodio de confrontación política en el país.