Del viernes 6 al domingo 8 de junio, la ciudad de Los Ángeles, California, vivió intensas jornadas de protestas en rechazo a las redadas migratorias impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Los operativos, realizados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), se concentraron en zonas con alta presencia latina, como el distrito de la moda y una tienda Home Depot en Paramount. El viernes, al menos 44 personas fueron detenidas.
La respuesta ciudadana no se hizo esperar. Las protestas derivaron en enfrentamientos entre manifestantes y agentes federales, quienes utilizaron gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a la multitud. También se registraron actos de vandalismo, como lanzamiento de piedras y pintas en edificios federales, en medio de una creciente tensión alimentada por el descontento con las políticas migratorias de la actual administración.
El sábado, el conflicto escaló con la llegada de 2,000 elementos de la Guardia Nacional enviados por orden presidencial, sin el consentimiento del gobernador de California, Gavin Newsom. Esta acción, que no se veía desde 1965, fue calificada por el gobernador como una maniobra “intencionadamente incendiaria”. A su vez, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, criticó las redadas por generar miedo en la comunidad y contradecir el carácter de ciudad santuario que mantiene la metrópoli.
Los manifestantes, muchos de ellos portando banderas de México y otros países latinoamericanos, se congregaron frente al Centro de Detención Metropolitano, donde se reportaron nuevos choques con la policía. Las autoridades recurrieron nuevamente a tácticas militares para dispersar a los presentes.
El saldo de los disturbios hasta la noche del domingo incluye 56 personas arrestadas en Los Ángeles, según el jefe del Departamento de Policía, Jim McDonnell. De ellas, 27 fueron detenidas en el centro de la ciudad, declarado “zona de reunión ilegal”. En San Francisco, otras 60 personas, incluidos menores, fueron detenidas en una protesta frente a un edificio de ICE que también terminó en enfrentamientos y vandalismo.
Entre los detenidos en Los Ángeles se reportaron 35 personas mexicanas, de acuerdo con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No obstante, el cónsul mexicano precisó que dos terceras partes de los detenidos el viernes eran de nacionalidad mexicana. Aunque no se han reportado víctimas mortales, se registraron múltiples heridos por el uso de balas de goma y gases lacrimógenos.
Sheinbaum condenó las redadas y el uso de la fuerza, además, defendió a los migrantes mexicanos: “No son criminales”, y subrayó su aporte al desarrollo económico de Estados Unidos. Llamó a la paz, al respeto de los derechos humanos de los detenidos y señaló que el gobierno mexicano, a través de su red consular, ya había contactado a los mexicanos arrestados y sus familias para brindar apoyo.
Gobernadores de todos los partidos respaldan a Sheinbaum en su reclamo a EU
Los 32 gobernadores, tanto de Morena como de los partidos de oposición, cerraron filas detrás de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en su reclamo al gobierno de Estados Unidos por las redadas lanzadas por el gobierno de Donald Trump contra migrantes en Los Ángeles, California.
En un comunicado firmado por los 32 mandatarios estatales, la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) expresó su "profunda preocupación" por las redadas en California, que afectan a "familias mexicanas y latinoamericanas que han hecho de ese estado su hogar".
Los gobernadores reconocieron la "postura" de Sheinbaum y coincidieron con la "visión" de la presidenta sobre la migración, un fenómeno que "debe atenderse con responsabilidad, sensibilidad y cooperación".
Diversas organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes también alzaron la voz. La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) denunció la falta de transparencia en las detenciones y la obstrucción al acceso de abogados.
Por su parte, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) estudia presentar una demanda contra el gobierno de Trump, calificando el despliegue de la Guardia Nacional como una “declaración de guerra” contra las comunidades migrantes en California.
Por su parte. el presidente norteamericano Donald Trump, aseguró que no va a haber tolerancia con las agresiones contras los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) para arrestar inmigrantes indocumentados.
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