Esa tradición está considerada por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y conlleva una serie de prerrogativas, como el derecho a la cultura, a la no discriminación, a la educación, a la justicia, a la alimentación y a la interculturalidad, entre otros; además, al comprender sus raíces, les da identidad, señalaron.
Al hablar sobre la particularidad que tienen sus comunidades para recordar a los fieles difuntos, Rafaela Aguilar Martínez, indígena otomí y Eduardo Zarza, representante nahua, indicaron que en honor a sus ancestros, es necesario que los niños conozcan y continúen con esa tradición, preparándose cada año para cumplir el ciclo y "esperarlos" con la ofrenda, para evitar que desaparezcan sus costumbres.
En tanto, Rafael Hernández Hernández, jefe supremo matlatzinca y Agustín Marcelino Onofre, de la etnia mazahua, indicaron que si los integrantes de los pueblos originarios no luchan por conservar sus costumbres, lengua y tradiciones, corren el riesgo de perder todo aquello por lo que trabajaron sus ancestros.
Por su parte, el director del Museo de Ciencias Naturales, Carlos Fuentes Hernández, pidió a quienes no forman parte de algún grupo indígena, acercarse, conocer y respetar las tradiciones indígenas, pero sobre todo, no folclorizar el "Día de Muertos", pues ello puede derivar en situaciones que denigren y estigmaticen a la comunidad.