Al participar en la sesión a distancia “Café Expreso: Red flags en las relaciones de pareja”, organizada por la Coordinación de Humanidades de la UNAM, agregó:
“Hay que dejar claro que no hay un solo amor en la vida. No hay parejas ideales, es uno de los grandes mitos románticos que hay que tirar. No hay ese tipo de uniones, ni las habrá, es imposible ser felices para siempre, en esa lógica, el día y la cotidianidad son abrumadoras. Lo que sí puede haber es un buen diálogo, pero si tampoco se puede dar, hay que aprender a soltar de la manera más sana”, dijo.
Algunos otros son las parejas fantásticas, la “media naranja”, con el argumento de que “el amor es ciego”, o que “el amor verdadero lo puede todo”, elementos que no son positivos, pero como se han normalizado socialmente son las puertas ideales a la “exclusividad, a la sumisión, a la posesión y a la explotación emocional”.
Lo anterior se vincula o se justifica con el sacrificio; es decir, dejar a un lado mis necesidades porque la coartada es que el amor es sacrificio, ello se disfraza de compromiso y de este sentimiento; bajo estos mitos se coartan las libertades, alertó.
En ese sentido, la exrepresentante estudiantil de la International Girls Studies Association comentó que lo ideal es buscar educación emocional o afectiva para construir relaciones sanas, previo a un acercamiento de pareja.
“Se debe educar a los individuos desde pequeños, desde el espacio del hogar, instruirlos en el respeto para entablar diálogo con los demás, no para poner a un lado sus necesidades”, precisó.
Signos de alarma
Red flags (banderas rojas) es una alerta utilizada principalmente en las redes sociales para indicar que existe una problemática, un riesgo en una relación afectiva.
Este tema, mencionó la especialista del CIEG, está vinculado a un instrumento denominado “violentómetro” (clasificación gráfica de las diversas manifestaciones de violencia en la pareja), en el cual se decodifican comportamientos que pueden considerarse, incluso, “ingenuos” o “inocentes” porque están normalizados.
El chantaje, la mentira, la “ley del hielo”, celar, culpabilizar, intimidar y controlar a la pareja, son actitudes consecuentes que inician con bromas hirientes; a partir de ahí se puede considerar que aparece la primera bandera roja.
“No tenemos por qué esperar a que haya una agresión física para una red flag, desde que aparecen las bromas hirientes se socava la autoestima de la persona”, aclaró.
Inicia un proceso de mayor vulnerabilidad, porque la persona que recibe esas conductas de su pareja comienza a dudar de sí misma y se aleja de su círculo, de amigos, familiares; pierde confianza.
Para la investigadora universitaria no es sencillo salir de una relación así, tolerar esas actitudes, porque las personas se avergüenzan de esta situación en la que se encuentran.
Nos tiene que quedar claro el hecho que la gente más joven decida separarse más rápido, que otras generaciones precedentes, no necesariamente las vuelve más débiles, enfatizó Villegas Mercado.
Además, en México se requiere fortalecer la infraestructura institucional para aquellas mujeres quienes están en situaciones de riesgo y violencia económica, física y emocional por razones de género, a fin de tener dónde resguardarse, consideró.
Tendrían un espacio, un refugio para contención, “lograr paz, certeza, y después comenzar a vincularse de una manera autónoma”, expuso la doctorada por el Departamento de Género y Estudios Culturales de la Universidad de Sídney, Australia.