Melissa Estefanía Vargas Camacho, del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, presentó una iniciativa de Reforma al Artículo 73 de la Constitución, por considerar que hay un vacío legal en la materia.
Con el propósito que los Diputados Federales puedan legislar en materia de bienestar animal y, así, garantizar de una manera adecuada su protección a nivel nacional, Melissa Estefanía Vargas Camacho, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (GPPRI) en la Cámara de Diputados, presentó una iniciativa de reforma al Artículo 73 de la Constitución.
Al considerar que existe un vacío legal en la materia, dijo que si bien en México, la penalización del maltrato a los animales es una tendencia en crecimiento que goza de la aprobación de la sociedad, es necesario avanzar con un enfoque integral, que vaya desde el ámbito jurídico, hasta el educativo, cultural y de salud.
Vargas Camacho precisó que en la Ciudad de México y estados como Coahuila, Puebla, Baja California Sur, Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua, Michoacán, Querétaro, Yucatán, Baja California, Aguascalientes, Guanajuato, Colima, Nayarit, Jalisco, Estado de México, Oaxaca y Nuevo León, ya han realizado reformas y adiciones a sus códigos penales para brindar una mayor protección a los animales, estableciendo multas, además de contemplar penas punitivas.
De acuerdo con la legisladora priista, la problemática de maltrato animal puede llegar a convertirse en una verdadera contingencia de salud pública. Comentó que el descuido, maltrato e indiferencia que la sociedad y las mismas autoridades muestran hacia los derechos de los animales, pueden generar en ellos altos niveles de estrés, por las condiciones a que son sometidos, lo que llega a deteriorar su salud y, por consiguiente, convertirse en un foco perjudicial para los humanos.
La diputada federal por el Estado de México aseguró que el menosprecio y agresiones hacia los animales se acentúan cuando, desde la misma legislación civil, se les considera como cosas u objetos susceptibles de ser propiedad de los individuos y, por lo tanto, se tiene la falsa idea de disponer libremente de ellos.
De esta forma se ha contribuido a que se tenga en nuestra sociedad, una especie de subcultura encaminada hacia el maltrato de los animales, en la que el menosprecio para ellos es visto como algo normal e incluso hasta justificado, lo que ha sucedido por generaciones.
Al considerar que existe un vacío legal en la materia, dijo que si bien en México, la penalización del maltrato a los animales es una tendencia en crecimiento que goza de la aprobación de la sociedad, es necesario avanzar con un enfoque integral, que vaya desde el ámbito jurídico, hasta el educativo, cultural y de salud.
Vargas Camacho precisó que en la Ciudad de México y estados como Coahuila, Puebla, Baja California Sur, Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua, Michoacán, Querétaro, Yucatán, Baja California, Aguascalientes, Guanajuato, Colima, Nayarit, Jalisco, Estado de México, Oaxaca y Nuevo León, ya han realizado reformas y adiciones a sus códigos penales para brindar una mayor protección a los animales, estableciendo multas, además de contemplar penas punitivas.
De acuerdo con la legisladora priista, la problemática de maltrato animal puede llegar a convertirse en una verdadera contingencia de salud pública. Comentó que el descuido, maltrato e indiferencia que la sociedad y las mismas autoridades muestran hacia los derechos de los animales, pueden generar en ellos altos niveles de estrés, por las condiciones a que son sometidos, lo que llega a deteriorar su salud y, por consiguiente, convertirse en un foco perjudicial para los humanos.
La diputada federal por el Estado de México aseguró que el menosprecio y agresiones hacia los animales se acentúan cuando, desde la misma legislación civil, se les considera como cosas u objetos susceptibles de ser propiedad de los individuos y, por lo tanto, se tiene la falsa idea de disponer libremente de ellos.
De esta forma se ha contribuido a que se tenga en nuestra sociedad, una especie de subcultura encaminada hacia el maltrato de los animales, en la que el menosprecio para ellos es visto como algo normal e incluso hasta justificado, lo que ha sucedido por generaciones.
