Inicia la semana el presidente con un nuevo enemigo: la iglesia católica. A partir del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, en la Sierra de Chihuahua, y que despertó la preocupación del Papa, quien lamentó lo sucedió y dijo “¡Cuántos asesinatos en México!”, se sumó la congregación de la Compañía de Jesús, la orden jesuita y la Conferencia del Episcopado Mexicano, que expresaron su preocupación por el control que tiene el crimen organizado en el país, y convocaron a una jornada por la paz. La jerarquía católica pide rendir homenaje a las víctimas del crimen, colocando su fotografía en las parroquias, hacer misas y hasta marchas por la pacificación nacional, y al gobierno, le reza para poner fin a la “vergonzosa impunidad” del crimen.
Esto le parece extraño al gobierno, bueno, no, le parece extraño al presidente. Quien les respondió que “están muy apergollados por la oligarquía mexicana” … “Se ríen, se burlan de que he dicho ‘abrazos, no balazos’…”, pero “vamos a demostrar que funciona”… contesta pero, en ya más de tres años de mandato, el país vive en una espiral de violencia que parece protegida, e incluso solapada.
Chequen estos datos, de acuerdo con el Censo 2020 de Población y Vivienda del INEGI, en México hay casi 98 millones de católicos, que representan el 78 por ciento de la población mexicana y con ellos desea confrontarse.
Entre pactos, limosnas y amenazas, la Iglesia, en los últimos cinco sexenios, ha sufrido 70 atentados en contra de sus sacerdotes y religiosos. En el documental “Tragedia y crisol del sacerdocio en México”, elaborado por el Centro Católico Multimedial, se precisa que, en el actual sexenio, sus sacerdotes han recibido amenazas, extorsiones, asesinatos y desapariciones.
Y el periódico Excélsior describe que, en los últimos 28 años, han sido asesinados un cardenal, 52 sacerdotes, un diácono, 9 laicos y una periodista católica. 70 crímenes. Así que pareciera que la guerra de este gobierno no es contra los criminales, sino contra sus enemigos políticos, entre ellos la prensa y la iglesia católica... Mi twiter @raulmanduj
Esto le parece extraño al gobierno, bueno, no, le parece extraño al presidente. Quien les respondió que “están muy apergollados por la oligarquía mexicana” … “Se ríen, se burlan de que he dicho ‘abrazos, no balazos’…”, pero “vamos a demostrar que funciona”… contesta pero, en ya más de tres años de mandato, el país vive en una espiral de violencia que parece protegida, e incluso solapada.
Chequen estos datos, de acuerdo con el Censo 2020 de Población y Vivienda del INEGI, en México hay casi 98 millones de católicos, que representan el 78 por ciento de la población mexicana y con ellos desea confrontarse.
Entre pactos, limosnas y amenazas, la Iglesia, en los últimos cinco sexenios, ha sufrido 70 atentados en contra de sus sacerdotes y religiosos. En el documental “Tragedia y crisol del sacerdocio en México”, elaborado por el Centro Católico Multimedial, se precisa que, en el actual sexenio, sus sacerdotes han recibido amenazas, extorsiones, asesinatos y desapariciones.
Y el periódico Excélsior describe que, en los últimos 28 años, han sido asesinados un cardenal, 52 sacerdotes, un diácono, 9 laicos y una periodista católica. 70 crímenes. Así que pareciera que la guerra de este gobierno no es contra los criminales, sino contra sus enemigos políticos, entre ellos la prensa y la iglesia católica... Mi twiter @raulmanduj
