En la víspera del inicio de la LXI legislatura del Estado México, las diferentes fuerzas políticas que participaran en ésta, pueden tener posiciones encontradas en muchos temas, pero parece que todas tienen claro que la competencia por la gubernatura en el 2023 ya empezó y pasará buena parte por la tribuna legislativa, por ello quieren sacar de ahí los mejores dividendos, pero tendrán que trabajar con precisión milimétrica.

La competencia política será anticipada, prolongada y reñida, una batalla donde se peleara también por el impacto en la opinión pública, de tal manera que debemos poner mucha atención, pues además de la pericia política y la habilidad negociadora, la comunicación y el protagonismo de cada uno de los participantes podría hacer la diferencia, ya sea para dejar ver un debate intenso de altura o una competencia interminable de denostaciones burdas que hagan estéril el proceso legislativo. Ojalá sea lo primero, pues por las mujeres y hombres que ocuparán las curules, hay condiciones y el estado de México podría entrar en un buen momento.