El también presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC), precisó que apoyan la construcción de una seguridad con justicia, paz y recuperación plena del estado de Derecho en los 2 mil 458 municipios del país.
A nombre de los alcaldes que conforman la ANAC, Vargas del Villar dijo sí a la Guardia Nacional pero con 10 condiciones que hagan viable su implementación:
1. La Guardia Nacional debe ser encabezada por un mando civil y no por un mando militar.
2. Que sean respetadas las competencias de los órdenes de gobierno en materia de Seguridad Pública. Los delitos de orden común corresponden a las autoridades locales y los de orden federal correspondan a la Guardia Nacional.
3. Que se defina con total claridad y en el marco de la Ley el régimen de participación de las fuerzas armadas. Definiendo la temporalidad y límites en el mando y la actuación.
4. Que en los criterios y formas de evaluación a realizarse las Asociaciones Municipales tengan participación, para tener transparencia en su aplicación, así como el contar con indicadores claros
5. Que sean creados los diagnósticos, protocolos y reglas claras ante la posibilidad de intervenir o suprimir policías locales.
6. Que queden establecidos los marcos de colaboración y coordinación
Decimos NO a la subordinación para el fortalecimiento de las capacidades de los cuerpos locales.
7. Que se definan las estrategias de apoyo para que aquellos municipios que no aprueben las evaluaciones que puedan construir sus capacidades operativas en un esquema de mando mixto.
8. Que se revisen y fortalezcan los fondos en el PEF destinados a cuestiones de Seguridad a fin de no dejar en riesgo a las corporaciones municipales y privilegiar la estrategia de la Guardia Nacional, así como la simplificación de las reglas de operación.
9. Que se garantice que no se afectarán recursos municipales de las Participaciones Federales (Ramo 28 y Ramo 33) para cubrir el costo de permanencia de la Guardia Nacional en los gobiernos locales.
10. Que la actuación de la Guardia Nacional se dé en estricto sentido con apego a los estándares internacionales de respeto a los Derechos Humanos.