Pirotecnia, música y comida, fueron los rasgos distintivos de estas celebraciones que se llevan a cabo anualmente y que gracias a la organización de los habitantes se transforman en una fiesta de júbilo para honrar a sus santos patronos.
La Santísima Virgen de El Rosario es considerada la protectora del pueblo El Rosario y su imagen tiene una peculiar historia, pues se cuenta que en el año 1208, Santo Domingo de Guzmán afirmó que la Virgen María se le apareció en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos y le enseñó a rezarlo diciéndole que lo predicara entre la comunidad.
Mientras que para Tepojaco, San Francisco de Asís es el santo protector de este pueblo que después de la caída de Tenochtitlán perteneció a la encomienda de Alonso de Ávila; terminada ésta, el virrey Antonio de Mendoza inició el reparto del territorio. Los franciscanos fueron encargados de la evangelización de los nativos, decidiendo nombrar al pueblo en su honor.
Cabe resaltar que el pasado fin de semana ambas celebraciones contaron con gran afluencia de visitantes, mismos que disfrutaron de la magia y tradición de estos pueblos.
La festividad contó con juegos mecánicos, venta de artesanías, dulces típicos, antojitos mexicanos, bailes populares, la tradicional quema de pirotecnia, misa solemne, Las Mañanitas con mariachi al santo patrono, bendición de animales y una cabalgata, entre otros eventos recreativos.