De acuerdo con el informe Missed Opportunities: The High Cost of Not Educating Girls (Oportunidades perdidas: El alto costo de no educar a las niñas), en los países de ingreso bajo, menos de dos tercios de las niñas termina la escuela primaria y solo una de cada tres niñas termina el primer ciclo de la escuela secundaria.
En promedio, las mujeres con educación secundaria tienen más probabilidades de trabajar y ganan casi el doble que las mujeres que no han recibido ningún tipo de educación.
La educación secundaria tiene otros efectos positivos en las niñas, entre ellos, una amplia gama de beneficios sociales y económicos para ellas mismas, sus hijos y sus comunidades. .
En el mundo actual, unos 132 millones de niñas cuyas edades oscilan entre los 6 años y los 17 años, no asisten a la escuela.
Para aprovechar todos los beneficios de la educación, los países deben mejorar el acceso y la calidad para brindar a todas las niñas la oportunidad de aprender.
Estas inversiones son especialmente esenciales en algunas regiones, como África al sur del Sahara donde, en promedio, solo el 40 % de las niñas termina el primer ciclo de la escuela secundaria.
Asimismo, los países deben contar con políticas para respaldar el crecimiento económico vigoroso que generará empleos para una fuerza de trabajo educada y en expansión.